(CNN)– Los investigadores siguen trabajando para reconstruirla vida secreta de Andreas Lubitz, el copiloto de Germanwings, que según los funcionarios había ocultado que sufría una depresión y que había sido declarado “no apto para trabajar” por un médico. Una entrevista con su ex novia en el diario Bild revela que el copiloto tenía pesadillas en las que soñaba que su avión se estrellaba. Según el New York Times además el piloto sufría problemas en visión y se encontraron antidepresivos en su casa.
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ADEMÁS…
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- Cómo mejorar la seguridad
Investigadores alemanes hallaron antidepresivos en el apartamento del copiloto Andreas Lubitz esta semana, según el periodico alemán Die Welt.
Éste cita como fuete a “un investigador principal” no identificado quien dijo que Lubitz sufría de una grave “enfermedad psicosomática” y la policía alemana se apoderó de los medicamentos con receta que tratan la condición. Lubitz sufría de un “síndrome de burnout subjetiva grave” y de depresión severa, dijo la fuente a Die Welt.
El New York Times también informó que se encontraron antidepresivos durante el registro de su apartamento. CNN no ha podido confirmar los informes.
Además, los investigadores interrogarán a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, para descubrir qué fue lo que llevó a un piloto aparentemente competente y estable a estrellar su avión contra una montaña en los Alpes franceses el martes.
Un informe publicado por el New York Times el sábado, citando a dos funcionarios que siguen la investigación, aseguró que Lubitz se estaba tratando antes del accidente de problemas de visión que podrían haber puesto su carrera en peligro. Según esos funcionarios no identificados, Lubitz también estaba siendo tratado de problemas psicológicos.
Además, una entrevista publicada en el diario alemán Bild con la que asegura que es una ex-novia de Lubitz, ésta asegura que era un hombre muy agradable y sensible que requería de mucho cuidado, y que por las noches se despertaba con pesadillas en las que su avión se estrellaba. Aunque el nombre de la mujer no aparece en la entrevista y la CNN no ha podido verificar el informe de forma independiente.
Mientras sigue la investigación y se tratan de recuperar los restos de las víctimas, se celebró una ceremonia en memoria de los fallecidos en el accidente en una iglesia de un pueblo cercano, Digne-les-Bains. Había 150 personas a bordo del avión, incluyendo a Lubitz.
Su salud mental
Mucha atención se ha centrado en el estado mental de Lubitz, y algunos medios de comunicación han especulado con que sufrió problemas de salud mental.
The New York Times y el Wall Street Journal, citando fuentes anónimas, informaron el viernes que Lubitz padecía una enfermedad mental y mantuvo su diagnóstico oculto de su empleador.
Una clínica Dusseldorf dijo que había ido allí dos veces, la más reciente hace 17 días, “en relación con su diagnóstico.” Pero la clínica dijo que no había tratado a Lubitz de su depresión.
Los investigadores alemanes dijeron que todavía tienen entrevistas y otros trabajos que hacer antes de que puedan revelar lo que encontraron en los registros en el apartamento de Lubitz en un tranquilo barrio suburbano.
No encontraron ninguna nota de despedida o confesión, dijeron las autoridades. Pero el hallazgo de recientes notas de baja médica, incluso para el día de los hechos, lleva a la conclusión preliminar de que el fallecido mantuvo en secreto su enfermedad, tanto a sus compañeros como a su empresa, dijeron los fiscales.
Las autoridades dejaron el apartamento de Lubitz el viernes por la noche. Llevaban varias cajas de papeles y carpetas con pruebas después de pasar unos 90 minutos en el interior.
Lubitz pasó las pruebas iniciales
¿Qué pudo haber llevado a Lubitz a destruir deliberadamente el avión, matando a todos a bordo, sigue siendo el foco de investigadores en Alemania.
Había pasado una prueba médica y psicológica cuando fue contratado en 2013, dijo Carsten Spohr, consejero delegado de Lufthansa, que posee Germanwings.
Que fuera declarado no apto para el trabajo es un detalle importante, dicen los analistas de aviación. Los pilotos deben mantener su aptitud para volar y deben informar a su línea aérea de si son considerados aptos, dijo el analista de aviación de CNN David Soucie.
Aunque las autoridades han recuperado la grabadora de voz de cabina, la grabadora de datos de vuelo sigue desaparecida. Podría arrojar detalles cruciales sobre lo que pasó dentro de la cabina, dicen las autoridades.
Golpeando y gritando
Lubitz era el co-piloto en el Vuelo Germanwings 9525 entre Barcelona, España, y Dusseldorf el martes cuando aparentemente bloqueó el acceso al capitán de la cabina, y luego activó un control y descendió el avión hacia las montañas de los Alpes.
Los únicos sonidos, dijeron las autoridades, que se escuchaban en la cabina eran los golpes en la puerta de la cabina, la respiración constante de Lubitz y, al final, los gritos de los pasajeros.
Lubitz y otras 149 personas a bordo del avión murieron en un instante, dicen las autoridades.
Cambio en la Seguridad
Mientras tanto, la Agencia Europea de Seguridad Aérea emitió una recomendación temporal que las cabinas siempre estén atendidas por al menos dos miembros de la tripulación.
Lufthansa y otras compañías aéreas alemanas ya han adoptado la norma, la aerolínea dijo, cuya implementación se espera casi de inmediato.
Un piloto a bordo de un vuelo Germanwings viernes por la mañana habló al comienzo del viaje para tranquilizar a los pasajeros asegurando que durante el vuelo siempre habría dos personas presentes en la cabina del piloto en todo momento.