Mario Balotelli hace ejercicios de calentamiento antes de un juego de su club, el Liverpool

La liga que a menudo es considerada “como la mejor del mundo” parece que tiene un problema de odio.

El racismo, el sexismo y la homofobia abundan en la liga de fútbol de Inglaterra, según el informe más reciente de “Kick It Out” sobre el abuso en redes sociales.

Los clubes y jugadores de la liga de fútbol de Inglaterra fueron el objetivo de 130.000 publicaciones discriminatorias entre agosto de 2014 y marzo de 2015 —eso representa 551 por día—, según los hallazgos de la investigación realizada por Tempero y Brandwatch después de recorrer Twitter, Facebook, foros de aficionados y blogs.

El delantero de Liverpool, Mario Balotelli, es el jugador a quien más se dirigen; el italiano fue objeto de 8.000 publicaciones insultantes, más de la mitad de las cuales fueron racistas. Su compañero de equipo Daniel Sturridge fue objeto de 1.600 publicaciones; la mayoría de ellas relacionadas con la orientación sexual.

Los clubes también se vieron afectados

El Liverpool y el Chelsea recibieron alrededor de 20.000 comentarios discriminatorios; el Arsenal, el Manchester United y el Manchester City cada uno fue objeto de 10.000 publicaciones insultantes.

¿Dónde publican este tipo de comentarios?

En Twitter se registró el 88% de las publicaciones en comparación con el 8% de Facebook, y hubo una menor cantidad de comentarios groseros en foros y blogs en línea.

Los hombres son mucho más propensos a hacer comentarios discriminatorios, ya que publican un 78% de contenido grosero.

Los comentarios se enfocan más en la raza (28%), el género (25%) o la orientación sexual (19%); tanto la discriminación por la discapacidad como el antisemitismo representaron un décimo de las publicaciones.

En un día difícil para el fútbol, los ataques cara a cara también van en aumento.

En una entrevista con la BBC, la Policía Británica del Transporte reportó 630 incidentes relacionados con el fútbol en las redes de transporte desde agosto — entre ellos violencia, daño criminal y comportamiento grosero— de los cuales 162 fueron agravados por la raza o la religión.

Esto se produce luego de la tormenta racista del Chelsea ocurrida en febrero, cuando los aficionados impidieron que un hombre negro se subiera al Metro de París mientras gritaban “Somos racistas, somos racistas y eso nos agrada”. Los cinco hombres en cuestión actualmente están refutando una orden de prohibición que se les impuso en marzo.