El diplomático Laurent Stefanini ha trabajado ante las Naciones Unidas y tuvo un cargo menor en la embajada francesa en el Vaticano

PARÍS (CNN) — La diplomacia a veces puede tener más que ver con lo que se deja de decir que con lo que se dice, y la actual disputa diplomática entre Francia y el Vaticano es el ejemplo clásico.

El gobierno francés insiste en que su siguiente embajador en la Santa Sede sea Laurent Stefanini, el actual jefe de protocolo del Palacio Presidencial francés.

En teoría es el candidato ideal. Es un diplomático experimentado que sirvió en Naciones Unidas y tuvo un cargo menor en la embajada francesa en el Vaticano. Se dice que Stefanini incluso recibió el respaldo del cardenal André Vingt-Trois, cardenal primado de Francia.

Así que se diría que es la elección obvia.

Sin embargo, cuatro meses después de que lo nombraran embajador, el Vaticano aún no ha recibido sus credenciales y crecen las sospechas de que la Santa Sede se opone a Stefanini porque es abiertamente gay.

Es más, su postura acerca de las leyes sobre el matrimonio homosexual fue muy notoria cuando el tema se debatió en Francia en 2013.

El Vaticano no dirá que rechazaron a Stefanini y se cree que el diplomático tuvo una audiencia privada con el papa Francisco en abril.

Sin embargo, el reconocimiento no ha sido explícito. Si eso equivale a un rechazo, no sería la primera vez que el Vaticano toma un voto de silencio en un tema de esta clase.

En 2008, Francia propuso al diplomático Jean Loup Kuhn-Delforge como embajador en la Santa Sede.

Kuhn-Delforge vivía en unión libre con otro hombre. El papa Benedicto XI postergó durante un año su confirmación. La situación diplomática llegó a un punto tan álgido que Francia exigió que el Vaticano retirara a su nuncio papal en París y lo logró.

Mientras tanto, no hubo embajador de Francia en el Vaticano por todo un año.

Pero en muchos asuntos, el papa Francisco está siguiendo una línea muy diferente a su predecesor en el trono de San Pedro.

Cuando se le preguntó cuál era su postura ante la homosexualidad, hace poco, su respuesta se hizo famosa: “Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”.

Sin embargo, la comunidad gay de París espera que el papa predique con el ejemplo.

Un portavoz de la Alianza Gay y Lésbica de Estados Unidos, Robert Simon, señaló que la jerarquía católica tiene entre sus filas a muchos prelados que son discretamente gays. “La Iglesia está forzando la hipocresía… Si eres un gay de clóset, está bien… pero si eres abiertamente gay, no queremos hablar contigo”.

El Vaticano no hizo comentarios respecto al asunto de Stefanini.

El gobierno francés solo declaró públicamente que no retirará la nominación de Stefanini y que aún tiene esperanzas de que el papa Francisco apruebe a su embajador.

Eso facilitaría un poco las relaciones, particularmente porque el papa ha dicho que quiere visitar Francia antes de que termine el año.