Seúl (CNN) – Al ver las plumas que contienen veneno y las pistolas linterna, la gente pensaría que estás en un set de una película de James Bond. Pero esas armas son reales y aún forman parte del arsenal de los espías de Corea del Norte.
Los agentes del país más aislado del mundo no son cosa del pasado, dice un hombre que afirma que su trabajo una vez fue infiltrarse en Corea del Sur en misiones para el régimen de los Kim.
Kim Dong-shik, quien fue elegido para el trabajo mientras aún estaba en la escuela secundaria, le dijo a CNN que fue enviado a una universidad especializada durante cuatro años, donde aprendió habilidades como artes marciales, buceo y cómo disparar y armar explosivos. Solo años más tarde, cuando había pasado por todo el entrenamiento, le dijeron por qué había sido escogido.
“Cuando me dijeron que iba a ser un espía… me quedé atónito”, dijo Kim. “Ha habido muchos accidentes en el pasado con espías. Muchos de los que fueron enviados a Corea del Sur perdieron la vida, así que asumí que moriría. “El entrenamiento físico fue solo una parte, dijo Kim; la preparación psicológica fue la clave. Nos enseñaron a estar preparados para morir por el régimen de Kim y si nos capturaban, a asegurarnos de que no nos tomaran con vida”, dijo.
A Kim le dispararon funcionarios surcoreanos en 1995, mientras se encontraba en una misión en Seúl, por lo que no pudo suicidarse, dijo. Él afirma que toda su familia fue ejecutada en Corea del Norte a manera de castigo por no cumplir con su destino. CNN no puede verificar de manera independiente las afirmaciones de Kim, ya que Corea de Norte es uno de los países más herméticos del mundo.
La vida de un espía
Kim dice que su primera misión en Corea del Sur, en 1990, fue traer de vuelta a un agente de alto rango que él llamaba Lee, quien había estado trabajando en el país durante algún tiempo. La segunda fue tratar de reclutar a quienes tenían sentimientos en contra del gobierno, quienes podrían tener afinidades con Corea del Norte.
En aquel entonces, dijo que se comunicaba con el cuartel general por medio de una radio de onda corta. En un programa de Pionyang que se transmitía a la media noche, el presentador leyó números; él dijo que era un código para hablarle de su próxima misión. Él asume que los métodos de comunicación son mucho más sofisticados ahora.
Cómo son atraídos
Un exmiembro de la élite, Kang Myong-do, dijo que los espías norcoreanos operan en países de todo el mundo, entre ellos Estados Unidos, donde calcula que centenares pueden estar trabajando al mismo tiempo. Uno de sus principales objetivos es tratar de reclutar coreanos estadounidenses que se inclinen hacia apoyar a Corea del Norte, dijo.
“Usan tres tácticas distintas”, dijo. “Lo primero es darles visas gratis a Corea del Norte; lo segundo es darles acceso para hacer negocios y hacer dinero allí, y en tercer lugar, usan mujeres para atraerlos. Esta táctica ha sido ampliamente utilizada desde los años ochenta”.
Kang dijo que solía trabajar en la División del Desarrollo de la Unificación en 1984. Una de las funciones de esta división era enviar espías a Corea del Sur y a Japón, dijo, y añadió que la división todavía existe hasta el día de hoy.
Él dijo que los espías y la inteligencia humana que proporcionan juegan un papel importante en mantener el régimen de Kim Jong Un. Esta es una creencia que Kim Dong-shik comparte, quien dice lo siguiente. “Corea del Norte los trata muy bien. A los espías se les trata al mismo nivel que a los generales, su educación es a un nivel parecido. Así que es justo decir que Corea del Norte considera a los espías como algo muy importante”.