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(CNN Español) – Una modalidad en cuidado de salud de payasos de hospital acaba de ser convertida en ley en la provincia de Buenos Aires, el distrito que concentra casi el 40 % de la población de Argentina. La norma, que espera ser promulgada para entrar en vigor, estipula que todos los servicios de pediatría de sus hospitales deberán contar con payasos hospitalarios.

La modalidad es implementada por la organización Alegría Intensiva, al igual que otros grupos similares, en ochos hospitales de Buenos Aires.

La organización se dedica a llevarle alegría a los chicos hospitalizados, a sus papás y al personal médico a través del arte clown. “Somos una organización estrictamente artística que trabaja en ámbito hospitalario”, define Mariano Rozenberg, su director ejecutivo.

Las sonrisas de la doctora Marta

Irene Sexer, miembro de Alegría Intensiva, llega temprano al hospital de Vicente López, al norte de la Ciudad de Buenos Aires y rápidamente se mete en un baño del servicio de pediatría. Pero a los pocos minutos quien sale de allí es la “Doctora Marta”, una payasa que con su nariz colorada y una amplia sonrisa saluda, charla y bromea con los médicos, sus pequeños pacientes y los padres.

Cada mañana, Sexer –o la Dra. Marta- visita la sala de espera y la sala de internación pediátrica del hospital cantando y jugando con los chicos que encuentra allí. Su objetivo es tan claro como ambicioso: sacarle una sonrisa a los niños en medio de la enfermedad.

En su recorrido se encuentra con Celeste Papa, una niña de ocho años que aunque está en cama con respirador y una sonda, baila y ríe con la Dra. Marta mientras le canta una canción y bromea con ella. Lo mismo ocurre con Violeta y Jazmín, que comparten la sala de internación con Celeste y se suman a los juegos y a la alegría, mientras sus mamás miran la escena con ternura.

Sin embargo, esta disparatada Dra. Marta no es médica, es una actriz con una amplia formación para trabajar en estos ámbitos.

“No cualquiera puede ser payaso de hospital. No por ponerme una nariz colorada ya mi trabajo es de payaso de hospital. Hay que estudiar, hay que tener un bagaje de conocimiento de lo que es un clown”, explica la Dra. Aurora León, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital, quien destaca los beneficios de este acompañamiento que realizan los payasos con sus pacientes.

“Permanente, pobrecitos, están expuestos a pinchazos, extracciones, a todo lo que tiene que ver con enfermería o con maniobras. En cambio ésta es la parte lúdica, la parte del juego. La parte en que al chico le conseguimos una sonrisa por más enfermo que esté. Hay chicos  que están a veces con máscaras de oxígeno y vos ves que les cambia la mirada”, agrega.

Para Sexer, su labor tiene muchos puntos en común con la de los payasos “tradicionales”, aunque también ciertas particularidades.

“​Hay una cosa que es igual a todas: tenés que ser sú​per profesional​ en lo que hacés. O​ ​sea tenés que estar súper formado y​ ​re entero con tu máscara, que es la del payaso. Y después incluir el factor de la fragilidad, del dolor o de la imposibilidad de algunas cuestiones que suceden en el hospital para poder, mediante el juego, devolvérselo. El nene lo que nunca pierde es la capacidad de jugar,​ solamente está en una situación especial. Entonces como el clown habla​ ​el mismo lenguaje que el niño, ahí nos ponemos al igual, jugamos con él​ ​y le despertamos de nuevo​ ​esas ganas”, explica Sexer mientras recorre los pasillos del hospital bromeando y sacándole una sonrisa a todos los que se cruza.

Pero además de la alegría que su labor reparte, también tiene un costado mucho más serio y difícil de abordar, relacionado con los motivos por los cuales los niños se encuentran hospitalizados.

“No sabemos qué tienen, entonces no sabemos si va a vivir un mes, dos meses o si se va a ir re bien. A veces nos enteramos, tal vez, de eso. De todos modos, nosotros tenemos un soporte psicológico en nuestras reuniones de capacitación en donde podemos drenar esto porque también tenemos situaciones donde en el día te quedas pensando, te quedas enganchado.”

Más allá de la ley

“Nosotros fuimos precursores porque, al igual que varios hospitales, lo hacemos desde hace varios años, pero me parece que la ley es bienvenida siempre y cuando esté regulada y sea respetada​”, acota la Dra. León.

Pero más allá de leyes y normativas, los médicos que comparten el día a día con los pacientes y sus padres, destacan la labor de los payasos de hospital.

“Cuando vienen, la verdad que le sacan una alegría, le sacan una sonrisa y hace que el trabajo sea mejor, que sea más fácil y también que la convalecencia sea más corta porque los chicos están de mejor humor y de mejores ánimos van a responder mejor al tratamiento”, finaliza el Dr. Gonzalo Mesones.