(CNN) – El lunes se anunció que Albert Woodfox, quien pasó más de cuatro décadas en confinamiento en solitario, podría salir pronto de prisión. Pero este martes una corte federal bloqueó temporalmente la liberación hasta la 1 p.m. del viernes.
El juez federal estadounidense, James J. Brady, falló el lunes que Woodfox, de 68 años, quedará en libertad y no se someterá a un tercer juicio debido a “circunstancias excepcionales”, entre las que se cuentan su edad, su mala salud y la “falta de confianza (del tribunal) en que el Estado le garantice un tercer juicio justo”.
Woodfox fue el último convicto del grupo conocido como los Tres de Angola a quienes se acusó en 1972 de matar al guardia Brent Miller en la Penitenciaría Estatal de Angola, Louisiana.
Woodfox, quien originalmente estaba preso por robo a mano armada, dijo que trató de denunciar las injusticias que ocurrían en la prisión; lo persiguieron y lo acusaron injustamente por ser activista de los Panteras Negras.
Robert King, otro de los Tres de Angola, quedó en libertad en 2001, cuando se revocó su sentencia por haber matado a otro preso.
Lo mismo ocurrió con Herman Wallace, quien quedó en libertad en 2013 luego de que un juez anulara su condena por homicidio. Solo disfrutó la libertad unos días, pues padecía cáncer de hígado en fase terminal y murió unos días después.
El año pasado, un tribunal federal de apelaciones revocó la sentencia de Woodfox; sin embargo, sigue tras las rejas y espera un tercer juicio.
Allí es donde debería permanecer, según dijo un portavoz del Departamento de Justicia de Louisiana al diario local The Times-Picayune el lunes.
“Con la orden de hoy, el tribunal podría considerar que es prudente liberar a un asesino convicto en dos ocasiones que está en espera de otro juicio por el brutal asesinato del oficial de correcciones Brent Miller”, dijo el vocoero Aaron Sadler, según el diario.
La Oficina del Secretario de Justicia de Louisiana busca una suspensión de emergencia para contrarrestar la decisión del juez y para “asegurarse de que este asesino se quede en prisión y rinda cuentas completas de sus actos”.
Amnistía Internacional alabó la decisión del juez y la calificó de “un paso impetuoso hacia la justicia”.
“Woodfox ha pasado 43 años atrapado en un proceso legal lleno de defectos”, dijo Jasmine Heiss, organizadora de campañas del grupo de defensa de los derechos humanos. “El único acto humanitario que las autoridades de Louisiana pueden ejecutar ahora es garantizar su liberación inmediata”.