(CNN Español) – Los últimos 25 años de Manuel Antonio Noriega han transcurrido en prisión, en cárceles de tres países. En los años ochenta, fue el hombre fuerte de Panamá, hoy es un hombre arrepentido.
El exdictador rompió su silencio para pedir perdón el miércoles frente a las cámaras de televisión de Telemetro Reporta. Desde la cárcel, Noriega pidió perdón en su nombre y en el de los militares que durante dos décadas gobernaron el país.
Es la primera declaración formal desde que Noriega fue derrocado y hubo también momentos para el reproche.
Su mensaje sorprendió a muchos y reabrió viejas heridas.
No quiso responder preguntas sobre el pasado, ni preguntas sobre su futuro, pero dijo ser un hombre en paz consigo mismo.
En su declaración, en la que utilizó muchas referencias religiosas, Noriega manifestó que en un futuro podría hacer nuevas revelaciones, quizá en relación a casos de desapariciones como la del opositor Hugo Spadafora, decapitado en 1985 y por cuya muerte Noriega fue condenado a 20 años de cárcel.
Los familiares de sus víctimas dudan de su arrepentimiento.