(CNN) — Para el presidente estadounidense Barack Obama, la masacre en Charleston, Carolina del Sur, debería dar pie a tomar acciones acerca del control de armas.
Mientras daba una elegía para el reverendo Clementa Pinckney, una de las nueve víctimas en el ataque en la iglesia de Charleston, el mandatario afirmó que “ninguno de nosotros debería creer que un puñado de medidas de seguridad en las armas va a prevenir cada tragedia de armas. No lo hará”.
“Creo que sería una traición de todo lo que el reverendo Pinckney representaba si nos permitiéramos a nosotros mismos resbalar en un cómodo silencio nuevamente”, dijo ante una iglesia repleta de devotos.
Además de hablar acerca de cada una de las víctimas, y especialmente del reverendo, a quien se refirió como “un hombre de Dios que vivía con fe”, el presidente habló de temas raciales que afectan a su nación. Al servicio también asistieron la primera dama Michelle Obama, el vicepresidente Joe Biden, diversos miembros del Congreso y Hillary Clinton.
Obama se expresó acerca de otro de los temas controversiales tras la masacre, como la bandera Confederada, el símbolo de una parte de EU que abogó por la continuación de la esclavitud.
“Al quitar esa bandera, expresamos la gracia de Dios”, dijo.
Obama terminó su discurso cantando la canción Amazing Grace, a la que se unió la congregación.