(CNN Español) – Leopoldo López no es el primer preso conocido durante estos 16 años de Revolución bolivariana.
Iván Simonovis, Raúl Baduel y María Lourdes Afiuni son tres personajes de la vida pública venezolana que manifestaron diferencias con el gobierno y fueron encarcelados en diferentes procesos.
Iván Simonovis
El último cargo público de Simonovis fue el de asesor de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana de Caracas.
Tras el fallido golpe contra el presidente Chávez en 2002, fue culpado de la llamada Masacre de Puente Llaguno, en la cual murieron 19 personas y cientos resultaron heridas.
Detenido en 2004 sin orden judicial, cuando se disponía a viajar al exterior, su juicio comenzó 2 años más tarde, junto con el de otros funcionarios policiales.
Fue sentenciado en 2009 a 30 años de cárcel. Una vez recluido, sufrió varios problemas de salud. En mayo de 2014, comenzó una huelga de hambre tras solicitar una medida humanitaria.
En septiembre, tras casi 10 años tras las rejas, Simonovis obtuvo casa por cárcel. Pero no puede hacer proselitismo político, utilizar las redes sociales ni declarar a los medios.
Raúl Baduel
El general retirado Raúl Isaías Baduel, fue compañero de promoción, compadre y colaborador del fallecido presidente Hugo Chávez. Impulsó militarmente el regreso del mandatario al poder, tras el fallido golpe de 2002. De comandante del ejército pasó a ministro de la Defensa y alcanzó el rango de general en jefe.
Pero luego, se volvió uno de los críticos más prominentes de Chávez. En 2007, se opuso a la reforma constitucional, derrotada luego en las urnas.
Dos años después, fue arrestado y en 2010, condenado a casi 8 años de prisión bajo cargos de apropiación indebida de fondos durante su gestión como ministro de la Defensa.
Baduel se consideraba un preso de Chávez.
Está en libertad provisional desde agosto de este año, pero no puede declarar a la prensa.
María Lourdes Afiuni
Afuini fue presidenta del tribunal de control 31 de Caracas por 8 años.
En 2009, Afiuni le dio la libertad condicional al empresario Eligio Cedeño, quien llevaba tres años detenido sin juicio, acusado de corrupción.
Cedeño salió del país.
Inmediatamente y por televisión, el presidente Hugo Chávez pidió la detención de Afiuni y una pena de 30 años de cárcel. Fue detenida y acusada de corrupción, abuso de poder y cómplice de fuga.
El caso fue criticado por varios organismos internacionales y personalidades a favor de los derechos humanos.
Hasta Noam Chomsky, una de las figuras más admiradas por Chávez solicitó la libertad de Afiuni.
En 2011, se le concedió el arresto domiciliario por razones de salud y en 2013, la libertad condicional.
Este año, Afiuni declaró en su juicio —que aún no termina— que fue víctima de abuso sexual y tortura en prisión.