(CNN Español) - En un duro y conmovedor mensaje ante un grupo de obispos, el Papa Francisco manifestó su profundo dolor por los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia y prometió que los responsables rendirán cuentas.
“Llevo grabadas en el corazón las historias, el sufrimiento y el dolor de los menores que fueron abusados sexualmente por sacerdote. Continúa abrumándome la vergüenza de que personas que tenían a su cargo el tierno cuidado de esos pequeños les violaran y les causaran graves daños”, dijo el Pontífice en la capilla de San Martín en el Seminario de San Carlos Borromeo de Filadelfia.
“Lo lamento profundamente”, agregó el papa, después de reunirse por la mañana con un grupo cinco víctimas de abusos sexuales y sus familias en Filadelfia.
En este encuentro, Francisco les dijo que “ustedes son preciosos hijos de Dios que siempre deberían esperar nuestra protección, muestra atención y nuestro amor”.
“Estoy profundamente dolido porque su inocencia fue violada por aquellos en quien confiaban”.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que fueron tres mujeres y dos hombres, y que los abusadores no solo fueron sacerdotes, sino también maestros o miembros de su propia familia.
“En todas las circunstancias, la tradición fue una terrible violación de la dignidad humana”.
“Para aquellos que fueron abusados por un miembro del clero, lamento profundamente las veces en que ustedes o sus familias denunciaron abusos pero no fueron escuchados o creídos. Sepan que el Santo padre les escucha y les cree”, agregó el papa.
“Es muy inquietante saber que en algunos caso incluso los obispos eran ellos mismos los abusadores. Me comprometo a seguir el camino de la verdad, donde quieran que nos pueda llevar”, sostuvo.
“Que la puerta puerta de la misericordia se abra por completo en nuestras diócesis, nuestras parroquias, nuestros hogares y nuestros corazones para recibir a los que fueron abusados… humildemente les pido a ustedes y a todos los sobrevivientes de abusos que se queden con nosotros, con la Iglesia, y que juntos como peregrinos en el camino de fe, podamos encontrar nuestro camino hacia el Padre”, concluyó.
“Dios llora”
Hablando ya a los obispos, después de su encuentro con las víctimas, el Pontífice dijo que “Dios llora. Los crímenes y pecados de los abusos sexuales a menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuentas”, afirmó el papa a los obispos.
“Ustedes, ellos, los supervivientes de abuso, se han convertido en verdaderos heraldos de esperanza y ministros de misericordia. Humildemente le debemos a cada uno de ellos y a sus familias nuestra gratitud por su inmenso valor para hacer brillar la luz de Cristo sobre el mal abuso sexual de menores”, concluyó.