LONDRES (CNN) – El gobierno chino se interesa más acerca de la institución del Dalai Lama que por el hombre que lleva ese nombre, le dijo el decimocuarto Dalai Lama a Christiane Amanpour de CNN.
“No me siento preocupado” le dijo a Amanpour en Londres, agregando que es “posible” que él sea el último Dalai Lama.
El gobierno chino aún lo considera un líder político, dijo el Dalai Lama, como lo fueron los hombres que llevaron anteriormente ese título durante siglos. Pero le dijo a Amanpour que desde el año 2011, él solamente es un líder espiritual. “Me retiré totalmente de la responsabilidad política… no solamente me retiré yo mismo, sino también (una) tradición de cuatro siglos de antigüedad”.
El budismo en el Tíbet precede largamente al Dalai Lama, y ”en el futuro, el budismo tibetano continuará sin el Dalai Lama”.
Él le dijo a Amanpour: Hace décadas “pública, formal y oficialmente –anuncié que si la propia institución del Dalai Lama debía o no continuar– dependía del pueblo tibetano”.
Amanpour habló con el Dalai Lama poco antes de ser hospitalizado y verse obligado a cancelar varias apariciones en Estados Unidos. Ahora, de vuelta en la India, le ha asegurado a sus seguidores que se encuentra en “excelente condición”.
El gobierno chino está continuamente en desacuerdo con el Dalai Lama, el líder espiritual de los budistas tibetanos. Los funcionarios chinos lo etiquetan de “separatista anti-China”, y afirman que él quiere que el Tíbet –ahora una región de China– se convierta en un país independiente.
“No estamos buscando la independencia. Históricamente, somos (un) país independiente. Eso es lo que todos los historiadores saben… excepto por los historiadores oficiales chinos; ellos no aceptan eso”.
El hecho de que lo etiqueten como “separatista” encaja con la política china “de línea dura”, dijo el Dalai Lama.
“El pasado es el pasado. Estamos mirando (hacia el) futuro”.
El Tíbet, dijo, está “materialmente retrasado”, y se beneficia al ser parte de China.
“Esto es en nuestro propio interés, para promover el desarrollo material… siempre y cuando tengamos nuestro propio idioma y nuestra propia y rica espiritualidad”.
Cuando le preguntaron si tenía un mensaje para el presidente de China, Xi Jinping, quien en ese momento estaba en la víspera de una visita de Estado a Washington, el Dalai Lama primero puso reparos.
Con una carcajada, él le dijo a Amanpour que tendría que pensarlo.
“Puedo decirle a él, a Xi Jinping, el líder de la nación más poblada, que debería pensar de una manera más realista”.
“Le quiero decir (a él), que el año pasado, él mencionó públicamente en París, así como en Nueva Delhi, (que) el budismo es una parte muy importante de la cultura china. Él mencionó eso. Así que yo también digo –puedo decir de alguna manera una palabra agradable sobre su…– ese comentario”.
En ninguna otra parte, dijo el Dalai Lama, se mantiene la tradición “pura y auténtica” de la religión de manera tan intacta como en el Tíbet.
“En ningún otro país budista. Así que en China, la preservación de la tradición budista tibetana y la cultura budista es (de) inmenso beneficio para esos millones de budistas chinos”.
En uno de esos países budistas, Birmania, la imagen a menudo pacífica de los practicantes ha sido manchada en los últimos años con la persecución de –y a menudo la violencia abierta contra– las minorías musulmanas, los rohinyás.
Siempre que un budista se siente “incómodo” con un musulmán o con una persona de cualquier otra religión, dijo el Dalai Lama, él o ella debería pensar en “el rostro de Buda”.
“Si Buda (estuviera) allí… sin duda protegería o ayudaría a estas víctimas. No hay duda. Por lo que como un seguidor de Buda, deberías seguir a Buda sinceramente. Así que el interés nacional es secundario”.
“Considéralos como hermanos y hermanas humanos sin importar cuál sea su religión”.
“Para algunas personas, los musulmanes, el islam, (es) más eficaz. Así que permítanles seguirlo. Debemos aceptarlo”.