Washington (CNN) – La aparición de Hillary Clinton el jueves ante la comisión de Bengasi seguramente ofrecerá un drama político mientras que los legisladores republicanos interrogan a la antigua secretaria de Estado y favorita candidata presidencial demócrata respecto a su manejo de los ataques de Bengasi el 11 de septiembre de 2012.
Sin embargo, la comisión también tiene la esperanza de obtener respuestas a algunas preguntas clave en torno a la violencia que dejó a cuatro estadounidenses muertos y las violaciones de seguridad que fallaron en mantenerlos a salvo.
1. ¿Por qué Estados Unidos permanecía en Bengasi a pesar de la escalada de la violencia e incluso mientras otros consulados fueron cerrados?
Además de las advertencias que hizo la inteligencia de Estados Unidos acerca de la situación que empeoraba en Cirenaica, hubo varios ataques contra los intereses occidentales en Bengasi, entre ellos contra la misión estadounidense en sí, durante los meses previos a los ataques. Después de que una granada propulsada por cohete golpeó un convoy que transportaba al embajador británico, el Reino Unido cerró su consulado en Bengasi el 11 de junio de 2012.
Sin embargo, a pesar de las señales de advertencia, las instalaciones estadounidenses permanecieron abiertas. A menudo, Clinton ha dicho que el diálogo diplomático es importante, incluso en lugares peligrosos, pero el personal de la comisión dice que espera escuchar de Clinton cuáles eran los “intereses nacionales vitales” en Bengasi que superaban los riesgos evidentes.
2. ¿Por qué Clinton no estaba al tanto de las solicitudes de seguridad adicional en Bengasi?
En los meses anteriores a los ataques, el Embajador Chris Stevens y varios empleados del personal del Departamento de Estado que prestaban servicios en Bengasi reiteradamente solicitaron más seguridad, personal y equipo. Estas solicitudes fueron negadas. Clinton dijo que no tenía conocimiento de ninguna solicitud de seguridad adicional y confió en que sus ayudas en el Departamento de Estado que se ocupaban de los problemas de seguridad manejaban estos asuntos.
Dado que varios de los correos electrónicos de Clinton muestran que ella y sus ayudantes sentían que su liderazgo en Libia era una cuestión de creación de legado, los miembros de la comisión quieren saber por qué ella no fue notificada sobre la deteriorada situación en Bengasi y las solicitudes para reforzar la seguridad.
3. ¿Cuál fue la participación de Clinton en las discusiones acerca de una respuesta militar?
Después de que terminó el ataque inicial en el puesto diplomático de avanzada de Bengasi el 11 de septiembre, los militantes se trasladaron al cercano anexo de la CIA, hacia donde dirigieron dos veces fuego de granadas, lo que mató a los contratistas de seguridad de la CIA, Tyrone Woods y Glen Doherty.
El ejército estadounidense no contaba con los recursos preparados para ayudar a contrarrestar el ataque. Los líderes militares enviaron drones de vigilancia para transmitir información al personal de seguridad sobre el terreno y trasladaron a las Fuerzas Especiales y a los Marines hacia Libia, pero los estadounidenses fueron evacuados antes de que llegara este respaldo.
Los miembros de la comisión quieren preguntar acerca del conocimiento que Clinton tenía de la situación de los recursos de respuesta disponibles, y si eso fue analizado con ella. También quieren saber si Clinton le dio seguimiento al progreso de cualquier respuesta militar y lo que, en todo caso, llegó cuando se esperaba.
El presidente de la comisión Trey Gowdy, ha dicho que está interesado en la preparación que tienen los militares estadounidenses para responder a cualquier ataque potencial en la conflictiva región. Sin embargo, algunos otros miembros han repetido la ahora desacreditada afirmación de que una orden de Clinton de “salir de servicio” fue lo que hizo que la ayuda no llegara desde Trípoli.
De acuerdo con las transcripciones de las entrevistas con oficiales militares en Trípoli y Estados Unidos, se llegó a la conclusión –antes del segundo ataque contra el anexo– de que era mejor que un equipo de cuatro miembros del personal militar permaneciera en Trípoli para esperar que el personal fuera evacuado de Bengasi. Sin embargo, varias investigaciones del Congreso han criticado a los militares por no haber tenido recursos preparados para prever y contrarrestar un ataque.
4. ¿Por qué el Departamento de Estado mantuvo las instalaciones de Bengasi como una “una misión temporal”?
El puesto diplomático de avanzada en Bengasi no era un consulado hecho y derecho, sino una “misión temporal”, y como tal, no tenía que cumplir con las normas de seguridad de las oficinas a tiempo completo y no era elegible para la misma financiación que las embajadas y consulados. Sin embargo, según todos los testigos, la seguridad en las instalaciones no cumplía con las directrices del Departamento de Estado para instalaciones estadounidenses de cualquier nivel.
La Junta de revisión de responsabilidad independiente, nombrada por Clinton, descubrió que la seguridad en el complejo estaba “en desacuerdo” con los niveles de seguridad de perímetros y de interiores y “con recursos gravemente insuficientes con respecto a determinado equipo de seguridad necesario”, a pesar de algunas mejoras de seguridad que se hicieron anteriormente en el año. El informe descubrió que el futuro incierto de las instalaciones de Bengasi después de 2012 y su condición como una instalación temporal residencial “hacían más difícil la asignación de recursos para la seguridad y el personal, y dejaban la responsabilidad, tanto de la seguridad como del personal, en manos del nivel laboral en el lugar, con recursos muy limitados”.
Antes de su muerte, Stevens abogó por la actualizar la misión al nivel de consulado, algo que Clinton apoyó. La comisión quiere saber por qué la instalación no fue convertida antes en un consulado, lo cual le hubiera dado los recursos adecuados para la seguridad.
5. ¿Acaso se podrían haber hecho las mejoras antes de los ataques?
Las recomendaciones de la Junta de revisión de responsabilidad –de las cuales 24 fueron clasificadas– solicitaban que el Departamento de Estado defendiera mejor los puestos de avanzada estadounidenses en el extranjero, en especial aquellos como los de Bengasi, los cuales se consideraban en alto riesgo. Las propuestas incluían aumentar la cantidad de Marines como guardias en las misiones diplomáticas, depender menos de las fuerzas de seguridad locales para la protección en las instalaciones estadounidenses y aumentar la contratación y el despliegue de agentes de Seguridad Diplomática altamente capacitados en los puestos de alto riesgo. Clinton aceptó cada una de las recomendaciones y había comenzado a implementar muchas de ellas antes de dejar el cargo. Hasta la fecha, los funcionarios del Departamento de Estado dicen que todas, excepto tres de ellas, están en camino de ser implementadas.