(CNN) – Todos sabemos que el chocolate no es la respuesta, no importa cuántas veces nuestras papilas gustativas traten de convencernos de lo contrario.
No es así para la ex abogada británica Helen Pattinson.
En un viaje que hizo a Sudamérica en 1990, Pattinson tropezó con un lugar que podría cambiar su vida para siempre: un pueblo entero dedicado al chocolate.
San Carlos de Bariloche es una hermosa ciudad al lado del lago en las pendientes de los Andes, donde un magnífico escenario alpino ha atraído colonos alemanes y suizos desde hace tiempo.
Pattinson y su futuro esposo, Simon, llegaron a la ciudad argentina hace más de una década mientras recorrían el Sudamérica durante una pausa en sus carreras.
Ellos vendieron su casa y dejaron sus empleos como abogados financieros de alto vuelo en Londres para buscar inspiración y una manera de salir de la carrera de locos.
Su viaje los llevó a través de Argentina, Chile y Venezuela.
El momento ‘eureka’
La misión pareció tambalearse cuando Simon sufrió una intoxicación alimenticia al llegar a Bariloche.
Pero Pattinson dice esto pronto resultó ser su “momento eureka”.
“Simón en realidad se quedó acostado con malestar estomacal durante casi tres días, así que nos quedamos tres días encerrados en una habitación de hotel”, recuerda.
“Mientras estaba allí, yo no quería andar vagando a la deriva demasiado lejos, así que me pasé tres días caminando por esta pequeña ciudad, solo para descubrir que tenía 10 tiendas de chocolates”.
“Yo me sentía en el cielo. Siempre me ha encantado el chocolate”.
Una chispa que se prendió en Bariloche –conocida como la ciudad del chocolate– continuó despertando a través de otros eventos en su viaje.
“Terminamos en Venezuela y en un momento, todo nuestro viaje se vio frustrado por los productores de cacao”, dice Pattinson.
“Ellos estaban secando los granos de cacao a través de toda la carretera, porque la carretera es lo más caliente a lo que pueden tener acceso”.
Ya que estaban varados, decidieron acampar en una plantación cercana de cacao durante unos días.
‘Dominio mundial’
En honor a sus orígenes, el chocolate de Pattinson fue nombrado igual que el emperador azteca Montezuma.
“Para este momento, estábamos completamente cautivados por todo el tema del chocolate”, dice Pattinson.
“Afortunadamente, Sudamérica tenía mucho que ofrecer en términos de la historia, geografía y botánica del mismo, y con seguridad no nos quedamos cortos en cuanto a información acerca del chocolate”.
“Así que empezamos a platicar de cómo podríamos establecer un negocio alrededor de chocolate… lo que apresó nuestros pensamientos”.
Esos pensamientos no se desvanecieron cuando la pareja finalmente regresó al Reino Unido.
En agosto de 2000 fundaron Moctezuma’s Chocolates en Chichester, una ciudad costera al sur de Londres.
A partir de un pequeño negocio equipado con una “máquina del tamaño de un fregadero de cocina”, la compañía de chocolates de lujo ha crecido hasta convertirse en un negocio serio con un ingreso anual de más de 11 millones de dólares.
Luego de haber sido inspirados mediante su viaje para crear chocolate, los Pattinson ahora están enviando su chocolate a su propio viaje.
Con una producción de 250.000 toneladas métricas de chocolate al año –más o menos equivalente a 25 millones de barras–, Montezuma se está expandiendo en los mercados de Estados Unidos, China, Oriente Medio y Europa continental.
“No podemos dejar de crear, no podemos dejar de crecer… así que en realidad dominar al mundo con el chocolate es la clave”, dice Pattinson.
“Soy muy afortunada. He creado un negocio a partir de un producto que me apasiona”.
“Tengo la fortuna de comer chocolate en el desayuno todos los días”.