Así quedó parte del Airbus 321-200 que se estrelló en la península del Sinaí, en Egipto.

(CNN) – La caída de un avión de pasajeros ruso en la Península de Sinaí el fin de semana muy probablemente se debió a la detonación de una bomba, según los últimos datos de inteligencia, informaron a CNN fuentes de inteligencia en Estados Unidos, Europa y el Medio Oriente.

Un oficial estadounidense dijo que la comunidad de inteligencia no ha alcanzado una conclusión formal. Pero “hay una sensación definitiva de que fue un dispositivo explosivo plantado en el área de equipaje o en alguna otra parte (lo que derribó el avión)”, dijo el oficial.

LEE: ¿Qué significa si confirman que ISIS puso una bomba en el avión ruso?

El oficial dijo que, en base a la misma inteligencia, Estados Unidos cree que ISIS o un grupo afiliado a ellos es responsable de plantar la bomba.

Otro funcionario estadounidense señaló que “alguien en el aeropuerto” de Sharm el-Sheikh podría haber estado involucrado para poder poner la bomba en el avión. “El aeropuerto tiene una seguridad laxa, es conocido por eso. Hay inteligencia que sugiere la asistencia de alguien en el aeropuerto”.

El gobierno británico anunció el miércoles que se ha mostrado preocupado por la posibilidad de que el avión haya sido derribado por un artefacto explosivo. Downing Street no ofreció detalles sobre cómo llegó a dicha conclusión, pero oficiales británicos creen que hay una posibilidad significativa de que el avión de Metrojet fue derribado por una bomba, según el ministrio de Exteriores Philip Hammond.

Una tercera fuente de inteligencia con sede en Medio Oriente también confirmó a CNN que dicha teoría es hasta ahora la más probable.

Sin embargo, un equipo británico viajará al aeropuerto de donde partió el avión de Metrojet para verificar si no existieron las medidas de seguridad apropiadas o explorar escenarios sobre cómo un dispositivo explosivo pudo ser introducido a la aeronave.

El análisis al que llegó la comunidad de inteligencia de Estados Unidos no está basado en la actividad infrarroja que fue detectada por satélites militares o algún tipo de análisis realizado a las fotografías de los restos del Airbus A-321, que había partido con destino a San Petersburgo.

Estados Unidos basa dicha valoración, según un funcionario, en reportes de inteligencia recabados antes y después del evento. Estados Unidos no tenía información de inteligencia creíble que hablara de una amenaza específica antes de la caída del avión, sin embargo, dice el funcionario, antes del incidente “hubo actividad adicional en el Sinaí que llamó nuestra atención”.

Otro funcionario dijo que la inteligencia relacionada con ISIS está en parte basada en el monitoreo de mensajes internos del grupo terrorista, los cuales son distintos a los que ISIS ha hecho públicos, en los que se adjudica responsabilidad.

Estados Unidos no cree que el dispositivo explosivo fue diseñado para evadir la seguridad aeroportuaria relacionada con la inspección física de los pasajeros, sino que cree que quien haya estado detrás del hecho, utilizó un artefacto explosivo convencional y tomó ventaja de un momento de poca seguridad en el aeropuerto o tuvo ayuda desde el interior.