(CNN) - Salah Abdeslam –el único de los sospechosos de los atacantes de París que se sabe que ha sobrevivido– sigue prófugo y rodeado de misterio.
Nueve días después de los atentados terroristas que mataron a 130 personas, surge una imagen más clara de sus movimientos y parece que Abdeslam huyó de la ciudad ya tarde en la noche del 13 de noviembre, en estado de pánico.
Este domingo, el hermano de Salah Abdeslam habló con una estación de televisión belga. Dijo que cree que Salah cambió de planes en el último minuto y habría decidido no seguir adelante con el atentado.
“Creo que a última hora decidió reconsiderarlo. Probablemente vio o escuchó algo que no era lo que él esperaba y decidió no seguir adelante con lo que quería hacer. Recordemos que hoy no tenemos conocimiento de los elementos de la investigación”, le dijo Mohamed Abdeslam a la cadena afiliada de CNN, RTBF.
También reiteró la petición familiar a su hermano para que se entregue: “Preferimos ver a Salah en prisión que en un cementerio”, dijo Mohamed Abdeslam.
La información de fuentes cercanas a la investigación pintan una imagen de un hombre que huye y cómo empezó esa huida. Se cree que en la noche de los atentados, Abdeslam fue el conductor de un Renault Clio negro que dejó a tres terroristas suicidas cerca del Estadio de Francia.
Luego condujo cinco kilómetros al sur; nuestras fuentes dicen que probablemente estaba en ruta cuando Ibrahim, su hermano mayor, se suicidó haciendo estallar una bomba en la cafetería Comptoir Voltaire.
Cuatros días después, el martes pasado, el Clio fue encontrado abandonado en la plaza Arbert Kahn en el XVIII Distrito de París. Parecía que había sido estacionado apresuradamente en un cruce peatonal.
Aquí es donde comienza el misterio. ¿Acaso Abdeslam iba a llevar a cabo un atentado por separado? ¿O iba a unirse a los hombres que ya habían irrumpido en el teatro Bataclan? ¿O debía volver a Bruselas, donde vivía, para planificar otro atentado?
Cualquiera que pudiera haber sido el plan, Abdeslam se quedó bajo el radar durante cuatro horas en medio del caos que envolvía la capital francesa, dijeron las fuentes. Luego, aproximadamente alrededor de las 2 a.m., supuestamente hizo una llamada a unos conocidos en la capital belga y les pidió que lo recogieran.
Mohammed Amri, originario de Marruecos y de 27 años de edad, y Hamza Attou, de 21 años de edad, llegaron a París casi a las 5 a.m. y recogieron a Abdeslam en el distrito de Barbes, cerca de donde había abandonado su auto.
Partieron inmediatamente en su viaje de regreso, pero el viaje no transcurrió sin incidentes. El auto fue detenido por la policía cerca de la ciudad de Cambrai, la cual está cerca de la frontera belga, en donde fueron revisados los documentos de los ocupantes. Pero en ese momento –aproximadamente a las 9 a.m.–, las autoridades francesas no habían establecido quiénes podrían haber llevado a cabo el atentado, y a los tres hombres se les permitió continuar hacia Bruselas.
Una fuente cercana a la investigación le dijo a CNN: “la policía vio que uno de ellos tenía antecedentes penales, pero no había nada que los relacionara con los atentados”.
Fue después cuando la policía francesa se dio cuenta de la presunta participación de Abdeslam, probablemente después de descubrir otro auto que él había alquilado y que tenía tres fusiles AK-47 en el maletero.
Para entonces, había desaparecido. Amri y Attou fueron arrestados después de regresar a Bruselas y, desde entonces, han sido acusados de “complicidad en ataques terroristas y participación en actividades de organizaciones terroristas”.
Lo que aumenta el misterio acerca de Abdeslam fue un mensaje de audio y video de ISIS la mañana después de los atentados. Este menciona a “ocho hermanos”, pero, según la policía, solamente siete habían estado involucrados en los atentados que se llevaron a cabo. El grupo yihadista se alegraba de sus operaciones en los distritos X, XI y XVIII, a excepción de que no se llevó a cabo ninguna operación en el XVIII Distrito, en donde Abdeslam supuestamente había parqueado.
Una fuente que está al tanto de las investigaciones le dijo a CNN: “Sus movimientos no tienen ningún sentido”. La forma en que se deshizo del vehículo, las horas que pasaron antes de que él hiciera una llamada a las personas que ahora se cree que son cómplices, el uso de la autopista principal (carretera) a Bélgica, al parecer perdió el control”.
Los abogados de Amri y Attou insisten en que sus clientes no tenían conocimiento de lo que se sospechaba que Abdeslam había hecho en París. Carine Couquelet, quien representa a Attou, dijo que su cliente había encontrado a Abdeslam “extremadamente agitado y puede que preparado para suicidarse”.
Al hablar con la red belga LCI, Couquelet dijo que Attou había mencionado que Abdeslam llevaba “una gran chaqueta y otras cosas, tal vez algo como un cinturón explosivo o algo así”.
Pero que había estado tranquilo en los controles a los que los tres tuvieron que someterse en su camino de regreso a Bruselas, según el relato de Attou.
Couquelet luego hizo las preguntas que probablemente les preocupaban a los investigadores franceses y belgas a medida que continúan la búsqueda de Abdeslam.
“Hay unas cuantas hipótesis que se deberían tomar en cuenta: ¿era él parte del grupo [de terroristas]?, ¿era parte del apoyo logístico?, ¿se suponía que se iba a suicidar?, ¿se suponía que iba a hacerlo y no tuvo el valor de hacerlo? No lo sabemos”