(CNN) – Científicos de Estados Unidos afirman haber creado una nueva cepa de mosquito que finalmente podría ayudar a erradicar la malaria.
Los investigadores de la Universidad de California utilizaron una técnica de edición de genes para insertar ADN en la línea germinal del mosquito Anopheles stephensi… un portador principal de la enfermedad.
Encontraron que el gen detenía la transmisión de la malaria a través del 99,5% de su descendencia, según un comunicado publicado en la página web de la universidad. La investigación fue publicada en la edición inicial en línea de Proceedings of the National Academy of Sciences, según el comunicado.
“Esto ofrece la promesa real de que esta técnica puede ser adaptada para eliminar la malaria”, dijo Anthony James, profesor distinguido de biología molecular y bioquímica y de microbiología y genética molecular en el campus Irvine de la Universidad de California.
Manipulación genética
Para cambiar la composición genética de los mosquitos, los científicos han usado la herramienta de edición de genes CRISPR, la cual permite tener acceso al núcleo de las células para remover el ADN, reemplazar los genes mutados o insertar nuevos.
Se necesitan más pruebas —así como posibles estudios de campo— pero los científicos dicen que este es un “primer paso importante”.
“Sabemos que el gen funciona. Los mosquitos que hemos creado no son el producto final, pero sabemos que esta tecnología nos permite crear de manera eficiente grandes poblaciones”, dijo James.
La malaria es una enfermedad potencialmente mortal, aunque prevenible y curable, que se transmite principalmente a través de la picadura de la hembra del mosquito Anopheles stephensi.
Es causada por parásitos Plasmodium y de las cinco especies que causan la malaria en los seres humanos, las más mortales son P. falciparum y P. vivax, según la Organización Mundial de la Salud.
Solo este año, se estima que unas 438.000 personas han muerto por malaria, de acuerdo con las cifras publicadas por la OMS en septiembre. De los 214 millones de casos de este año, la mayoría tuvo lugar en África subsahariana, donde se reportó el 91% de las muertes, y donde el P. falciparum es el más común.
Los primeros síntomas de la malaria incluyen: fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vomito. Si no se trata en las primeras 24 horas, el P. falciparum puede dar lugar a una enfermedad severa y a la muerte.