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Nota del editor: Kelly Wallace es corresponsal digital de CNN y editora independiente que cubre temas de familia, carrera y vida en general. 

(CNN) – Es difícil comprender cómo Estados Unidos, una de las naciones más ricas del mundo, ahora es uno de los ocho países —entre ellos Afganistán y Sudán del Sur— donde el número de mujeres que mueren a causa del embarazo y parto está aumentando.

¿Acaso hay una creciente tasa de mortalidad para las madres estadounidenses en el 2015? ¿Cómo puede ser posible?

En primer lugar, las cifras: hace más de 25 años, en 1987, había 7,2 muertes de madres por cada 100.000 nacidos vivos en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En el 2011, ese número se duplicó, pasando a 17,8 muertes por cada 100.000 nacimientos.

¿Qué está pasando? Varios expertos me dejaron claro que no hay un solo factor para explicar el aumento, sino una serie de cuestiones, incluyendo las complicaciones relacionadas con la obesidad, como la hipertensión y la diabetes, el aumento dramático del número de partos por cesárea, falta de acceso a atención médica asequible y de calidad, así como más mujeres que dan a luz a edades más avanzadas.

Los cambios en el registro también podrían explicar parte de la tendencia al alza, según los expertos. Es más fácil identificar las muertes relacionadas con el embarazo porque ahora hay una casilla en el certificado estándar de defunciones en Estados Unidos que es utilizado en la mayoría de los estados, dijo la Dra. Andreea Creanga, investigadora de la División de Salud Reproductiva de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

“Hubo cambios de este tipo con el pasar del tiempo y es por eso que creemos que parte de este aumento se debe a mejores métodos de identificación”, dijo.

Sin embargo, no sabemos cuánto del aumento se debe a mejores métodos de presentación de informes, dijo Creanga. Lo que sí sabemos es que aún existen otros factores que probablemente están aumentando el número de muertes durante el embarazo y el parto en Estados Unidos.

La obesidad es una ‘pieza importante’ del problema

Elise Turner, profesora asociada de enfermería de la Belhaven University en Misisipi y enfermera obstetra que tiene más de 35 años de experiencia, dice que la obesidad es una “pieza importante” del problema.

“El cuerpo ya está estresado por la obesidad y otras enfermedades que la acompañan, como la hipertensión, la diabetes y cosas relacionadas con eso y luego le agregas las demandas del embarazo y simplemente es muy difícil”, dijo Turner.

La obesidad es una de las principales causas de mortalidad en el campo de la obstetricia/ginecología, dijo el Dr. Michael Brodman, director del departamento de obstetricia, ginecología y ciencia reproductiva del Mount Sinai Health System en Nueva York.

“No contábamos con protocolos específicos para tratar a pacientes obesos. No las tratábamos de forma diferente y en realidad tienes que tratarlas de forma diferente”, dijo Brodman.

Hace unos dos años, Brodman y alrededor de 50 líderes más de la profesión de obstetricia/ginecología se reunieron después de que fuera revelado que Nueva York tuvo una de las peores tasas de mortalidad materna en el país. Al principio, la idea era que Nueva York —el cual tiene una de las poblaciones más diversas de cualquier estado— tiene pacientes con mayores complicaciones que la mayoría de otros estados y eso explica la mayor tasa de mortalidad de las madres durante el embarazo y el parto.

Sin embargo, cuando Brodman y sus colegas comenzaron a reunirse, descubrieron un problema mayor: la amplia gama de servicios médicos que se ofrece en hospitales de todo el país.

“Si estás en Suecia, todo el mundo es tratado de la misma manera. Si estás en la ciudad de Nueva York, te tratan de una manera. Si estás en Búfalo, te tratan de otra manera y si estás en Misuri, te tratan de otra manera”, dijo Brodman. “Esto tiene que ver con esa especie de individualismo de Estados Unidos, ‘sé lo que estoy haciendo. Así es como lo haré’. En cuanto a la atención médica, al final del día, eso no funciona”.

Así que ahora, a través de programas como el Safe Mother Initiative del American Congress of Obstetrics and Gynecologists, y el National Partnership of Maternal Safety, los médicos están ideando una atención médica estandarizada para complicaciones del embarazo y parto, donde todos los hospitales tendrían que seguir los mismos protocolos para enfrentar problemas como hemorragia posparto, la cual podría causar la muerte.

Por ejemplo, en Nueva York, han creado equipos de atención a hemorragias y han hecho simulacros de hemorragias, así que “cualquier hospital pequeño, grande o mediano tendrán el mismo protocolo”, dijo Brodman.

Si bien los distintos tipos de capacitación y procedimientos en los hospitales representan algunas de las variaciones en la atención, los egos médicos también son gran parte del problema, dijo.

En Estados Unidos, dijo Brodman, la gente piensa cosas como: “‘Nadie me dice que use un casco cuando conduzco mi motocicleta. Se me permite hacer lo que yo quiero’, ese tipo de mentalidad. Bueno, los médicos también tienen eso y en realidad eso no funciona en los servicios de atención médica”.

Se necesitan directrices estandarizadas en todos los estados y tienen que ser rígidas, dijo. “No podemos permitir la individualidad debido a que a la gente se le podría ocurrir cualquier idea descabellada”, dijo.

Mejora de la atención médica para las mujeres embarazadas

Las mujeres afroamericanas tienen tres veces más posibilidades de morir a causa del embarazo y el parto que las mujeres blancas en Estados Unidos, según los CDC.

“Sabemos que las mujeres negras que mueren por causas relacionadas con el embarazo son más jóvenes, menos educadas, tienen mayor probabilidad de no estar casadas, más propensas a comenzar el cuidado prenatal en el segundo o tercer trimestre del embarazo, o carecen del mismo en lo absoluto, en comparación con las mujeres blancas, pero además de eso, no sabemos mucho”, dijo Creanga de los CDC.

Los factores médicos y no médicos, como la pobreza y cobertura de seguro, deben ser considerados como parte de la investigación para determinar las razones de esta preocupante tendencia, dijo.

No hay duda de que la falta de acceso a una atención medida asequible y de buena calidad está jugando un papel importante en el crecimiento general de la tasa de mortalidad materna, dijo Turner, profesora asociada de enfermería.

Si una mujer embarazada se despierta en medio de la noche con contracciones a las 28 semanas y no está segura si está en trabajo de parto, ella debe ir al hospital, dijo Turner. Nadie puede determinarlo por medio del teléfono. Pero incluso si tienes un seguro privado, “aún tienes que pagar una enorme cantidad de dinero por esa consulta en el hospital solo para asegurarte de que realmente no estabas en trabajo de parto prematuro”, dijo. “Así que sé que la gente duda en buscar ayuda porque cada vez que acudes al servicio de asistencia médica debes gastar dinero de tu bolsillo”.

Otro factor que posiblemente contribuye con esa tendencia al alza, dicen los expertos, es el dramático incremento en el número de cesáreas en Estados Unidos. Hoy en día, una de cada tres madres estadounidenses debe someterse a una cesárea. Un aumento comparado con hace 20 años, el cual era de una de cada cinco.

Nosotros, como profesionales de la salud, sabemos que la cirugía conlleva más riesgo para la madre y el bebé”, dijo Turner. Ella dijo que la decisión sobre si se debe realizar una cesárea es muy difícil para los profesionales de la salud. “Es un equilibrio tan delicado encontrar ese punto en el que puedas obtener el mayor beneficio con el menor riesgo; además, en el caso de algunas pacientes, existe el riesgo de continuar con el trabajo de parto para la madre y para el bebé”.

Brodman, del Mount Sinai Hospital también considera que las cesáreas han aumentado debido al temor generalizado entre los médicos de ser demandados. Él cree que esos temores se han reducido en los últimos años debido a los cambios en las leyes de la mala práctica y una nueva generación de médicos que están formando parte de la profesión de obstetricia/ginecología que saben que ser demandado es parte de la labor médica.

“Las personas no están sentados en el departamento de parto pensando, ‘si tomo una decisión equivocada, voy a ser demandado’, así que creo que toda la histeria y paranoia se ha calmado, lo cual es algo bueno”, agregó.

De hecho, la tasa de cesáreas se redujo a 32,2% en el 2014, por debajo de un pico de 32,9% en el 2009, según los CDC.

“Espero que en el último año o dos, esa cifra se estanque y que empecemos a ver una tendencia a la baja”, dijo Brodman. “Qué tanto bajará, aún tendremos que verlo”.

La edad de la madre también puede desempeñar un papel importante en el aumento de la tasa de mortalidad materna, ya que las mujeres estadounidenses han retrasado la maternidad.

Aunque menos del 15% de todos los nacimientos en Estados Unidos se dan entre mujeres de 35 años o más, entre un 27% y 29% de todas las muertes relacionadas con el embarazo tienen lugar entre ese grupo de edad, de acuerdo con Creanga de los CDC.

“Dado que las mujeres están retrasando la maternidad, una mayor proporción de ellas posiblemente están iniciando el embarazo con una mayor carga de enfermedades crónicas”, dijo. “Muchos estudios han demostrado que un número creciente de mujeres embarazadas en Estados Unidos tienen enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas crónicas y todas estas condiciones puede poner a una mujer embarazada en mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo”.

¿Cuál es la solución?

Más acceso a una atención médica más asequible y de mejor calidad es una forma de bajar la tasa de mortalidad materna en Estados Unidos, dijo Turner.

“Necesitamos tener un acceso rápido, fácil y las 24 horas del día los siete días de la semana a un experto que no sea oneroso, costoso, difícil de acceder, y que no sea necesario conducir una hora y media para poder recibir atención”, dijo ella.

El hecho de que más estados implementen las directrices basadas en evidencia y prácticas recomendadas para lidiar con las complicaciones del embarazo y parto en todos los hospitales estatales también ayudaría a que el número de muertes se reduzca, dijo Creanga de los CDC.

Estas directrices, las cuales tratan de abordar las causas más prevenibles de mortalidad materna, han demostrado reducir la mortalidad materna en otras partes del mundo, como en el Reino Unido, y se espera que también reduzca la tasa en Estados Unidos, dijo.

Brodman del Mount Sinai Health System estuvo de acuerdo. “Tenemos que determinar la mejor manera de hacer algo y todo el mundo debería hacerlo de esa manera”, dijo.

¿Qué crees que se puede hacer para reducir la tasa de mortalidad materna en Estados Unidos? Comparte tus ideas con Kelly Wallace en Twitter @kellywallacetv.