(CNNMoney) – El plan de reforma fiscal del candidato presidencial republicano Jeb Bush reduciría los impuestos para casi toda la población estadounidense. También simplificaría el código fiscal de muchas maneras. Y contiene muchos elementos para estimular el crecimiento económico.
Pero también ofrece algunas de las mayores ventajas, por mucho, para los contribuyentes más ricos, y aumentaría la deuda del país en cerca de 7 billones de dólares durante una década.
Esto es de acuerdo con un nuevo análisis del plan de Bush publicado por el independiente Tax Policy Center.
Algunos de los aspectos más destacados de plan del ex gobernador de Florida incluyen:
1. Bajar las tasas fiscales
Individuos: Reducir las tasas de impuesto sobre la renta de siete a tres: 10%, 25% y 28%. Eso se ubica muy por debajo de las tasas máximas actuales de 33%, 35% y 39,6%.
El plan también limitaría la tasa fiscal sobre los intereses, ganancias de capital y dividendos en un 20%. Actualmente, el interés se grava como ingresos ordinarios y, en ciertos casos, también se gravan así las ganancias y dividendos, así que, las tasas sobre ellos pueden llegar hasta el 39.6%.
Negocios: Recortar la tasa máxima de 35% a 20%, y dejar que las empresas costeen totalmente las nuevas inversiones de inmediato. El plan de Bush eliminaría el requisito de impuestos estadounidenses sobre ingresos ganados en el extranjero, y derogaría la mayoría de las exenciones fiscales corporativas.
2. Deducción estándar superior para todos
Elevaría la deducción estándar para los individuos en 5.000 a 11.300 dólares; y en 10.000 dólares para la declaración conjunta de parejas casadas, a 22. 600 dólares.
De esta manera, el plan de Bush podría reducir el número de personas que se desglosan sus impuestos en 88%, estima el Tax Policy Center. Normalmente solo se desglosa cuando el valor de tus exenciones fiscales supera a tu deducción estándar.
3. No deducción de impuestos estatales y límites en otras exenciones
Eliminaría la deducción estatal y local de impuestos, la deducción sobre el impuesto a las ventas estatal y local, y la deducción de impuestos de propiedad.
Limitaría el valor de las deducciones desglosadas al 2% del ingreso bruto ajustado.
4. No impuesto sobre la nómina para trabajadores de mayor edad
Eximiría a los trabajadores de mayor edad de tener que pagar el impuesto sobre la nómina. Cualquier persona que aún esté trabajando después de alcanzar la edad de jubilación completa —66 o 67 años dependiendo de cuándo naciste— no tendría que pagar la parte de empleado de los impuestos sobre la nómina del Seguro Social y de Medicare. En conjunto, eso asciende a 7.65% de sus ingresos hasta aproximadamente 118,500 dólares este año.
5. No impuesto al patrimonio, pero un mayor golpe a las ganancias de capital
Derogaría tanto el Impuesto Mínimo Alternativo (AMT, por sus siglas en inglés) como el gravamen al patrimonio y la herencia vigente.
Algunas personas que heredan bienes podrían ser obligadas a pagar una factura de impuestos sobre ganancias de capital mayor a la que pagarían bajo el código actual.
Actualmente, si heredas un activo, no tienes que pagar impuestos sobre ninguna de las ganancias de capital acumuladas durante la vida de la persona que murió. Bajo el plan de Bush, una herencia aún podría proteger a los herederos de tener que pagar el impuesto sobre las ganancias anteriores, pero solo sobre 5.43 millones de dólares de los activos. Por encima de esa cantidad, tendrían que aportar dinero. Pero la nueva norma eximiría a cualquier persona que herede los bienes de un cónyuge.
6. El mayor recorte de impuestos en general es para…
Los declarantes de impuestos más ricos. El recorte promedio para todos asciende a 3.9% de los ingresos, o 2,800 dólares. Pero para aquellos en el 0.1% superior, el ajuste sería de 12%, u 800,000 dólares.
7. Los efectos económicos
El plan de Bush podría aumentar los incentivos para trabajar, ahorrar e invertir, asumiendo que las tasas de interés no cambien mucho, dijo el Tax Policy Center.
Pero eso es una gran suposición debido a que el plan reduce drásticamente los ingresos del Estado. Eso obligaría al Gobierno a pedir prestado más de lo previsto, lo cual podría elevar las tasas de interés y aplacar los efectos económicos positivos.
La campaña de Bush dijo que planea costear la pérdida de ingresos a través de recortes de gastos. Pero recortar 6.8 billones de dólares es muy difícil.
Len Burman, quien dirige el Tax Policy Center, señaló que en 2026 un estimado de 715,000 millones de dólares tendrían que ser recortados. Eso es más o menos la misma cantidad proyectada para ser gastada en todos los programas federales ajenos al sector defensa ese año, exceptuando los subsidios.
“Compensar un déficit tan grande requeriría de grandes recortes en subsidios y gasto discrecional”, señaló el análisis.
Y eso podría resultar muy difícil, políticamente hablando.