(CNN) – Con implacable regularidad, los aviones de guerra rusos despegan de la base aérea Hmeymim en Latakia al noroeste de la costa mediterránea de Siria, la plataforma de la guerra aérea de Rusia contra los grupos terroristas islamistas que luchan por obtener el control de Siria.
Varias veces por hora, la base retumba con el rugir de los aviones de combate que despegan para atacar a grupos rebeldes yihadistas y apoyar a las fuerzas terrestres del asediado presidente sirio Bachar al-Asad.
Cifras proporcionadas por el Ministerio de Defensa ruso, las cuales detallan la actividad aquí en las últimas 24 horas, dan una idea de la intensidad de la guerra aérea de Rusia.
Cincuenta y nueve misiones de combate. Doscientos doce objetivos destruidos. Trescientos veinte militantes de ISIS muertos. Y más de 100 instalaciones petroleras destruidas.
Estoy aquí para darle un singular vistazo al centro de operaciones de la intervención de Rusia en Siria de casi tres meses de duración.
Mientras el secretario de estado estadounidense John Kerry y el presidente ruso Vladimir Putin se reunieron en Moscú esta semana para discutir una posible solución política a esta demoledora guerra civil a largo plazo, es aquí donde Rusia cree que está haciendo la diferencia sobre el terreno.
Y de acuerdo con el personal de defensa ruso con el que he hablado aquí, creen que están ganando.
Los resultados de la guerra aérea de Rusia hablan por sí solos, me dijo un funcionario de defensa esta mañana.
Desde que Rusia entró en el conflicto sirio a finales de septiembre, en respuesta a una solicitud formal del gobierno de Siria, han sido capaces de reducir significativamente las capacidades de ISIS y otros grupos terroristas, en particular el Frente al-Nusra, un afiliado de al Qaeda, dijo el funcionario.
El progreso de tales grupos en conseguir territorio sirio ha sido detenido por la guerra aérea de Rusia, afirman los rusos.
Compara eso con los esfuerzos de la coalición occidental, liderada por Estados Unidos en Siria, la cual inició ataques aéreos en septiembre de 2014. Durante ese período, hasta que Rusia se hizo presente, el territorio bajo el control de este tipo de grupos creció significativamente, dicen.
Rusia ha sido acusada por Occidente de atacar inútilmente a rebeldes moderados que se oponen al Asad, en lugar de centrarse en los grupos terroristas islamistas, con el fin de configurar las realidades sobre el terreno a favor de Assad, y así reforzar los intereses rusos.
Los objetivos de Rusia, según parece, cumplen dos funciones.
Impedir que otras partes del país caigan en manos de grupos terroristas, los cuales Rusia considera como una amenaza a su propia seguridad.
Y fortalecer la mano de Asad —y proteger intereses rusos— si finalmente llegara el tiempo del acuerdo político.
Aún no está claro exactamente cómo será el final.
Sin embargo, Rusia dice que sus aviones de guerra estarán aquí, y continuarán sus resueltas misiones, durante el tiempo en el que Asad así lo quiera.