(CNN) – Donald Trump atacó a Hillary Clinton con términos vulgares la noche del lunes, al decir que hablar de su receso para ir al baño durante el último debate demócrata era simplemente muy “desagradable” como para hacer comentarios y después añadir que ella fue humillada como mujer por Barack Obama en la contienda presidencial de 2008.
“Incluso en una carrera contra Obama, ella lo vencería. No sé quién será peor… realmente no sé… ¿cómo esto podría ser peor? Pero ella lo iba a superar… ella llevaba las de ganar… y ella fue humillada, ella perdió, quiero decir que perdió”, dijo Trump.
Trump utilizó la palabra “schlonged” para referirse a tal “humillación”. Dicha palabra proviene del término schlong, que vulgarmente alude a un pene grande.
Anteriormente, Trump comenzó a criticar a Clinton por no regresar al escenario del debate de ABC News a tiempo el sábado, pero luego dijo que no quería hablar más sobre ello porque era “de mal gusto”.
“Sé a dónde fue ella, es de mal gusto, no quiero hablar de ello”, dijo Trump. “No, es demasiado repugnante. No lo digas, es de mal gusto, no hablemos, queremos ser muy, muy firmes”.
Encendido por una escandalosa multitud, Trump dio rienda suelta contra una serie de oponentes políticos… empezó con el senador Lindsey Graham, quien dejó su candidatura presidencial más temprano el lunes, y terminó con Obama.
De principio a fin, los partidarios de Trump rugieron en aprobación. Pero a lo largo de su discurso de una hora de Trump, grupos de manifestantes por todo el estadio lo interrumpían.
Más de una docena de veces, los manifestantes comenzaron a gritar durante el discurso de Trump, el cual fue uno de los discursos más interrumpidos desde que entró en la contienda presidencial en junio. Los manifestantes acusaron en gran medida a Trump de arrojar una ideología racista e intolerante.
Trump incluso se burló de algunos de los manifestantes, al señalar que uno tenía una “voz débil” y refiriéndose a varios otros como “una manada de perdedores”.
Pero Trump concentró la peor parte de sus municiones sobre Clinton, la favorita para la nominación presidencial demócrata, quien pocos días antes en el debate demócrata se refirió a Trump como una herramienta de reclutamiento de ISIS.
El lunes por la mañana, Trump exigió una disculpa de Clinton por hacer tal afirmación, a lo que la campaña de Clinton respondió con un rápido: “Por supuesto que no”.
EI lunes por la noche, Trump nuevamente describió la tardanza de Clinton en regresar al escenario del debate demócrata en la noche del sábado –a causa de un descanso para ir al baño– como “algo extraño”.
“Sé a dónde fue ella. Es de mal gusto. No quiero hablar de ello, es de mal gusto”, dijo Trump, después de sacar el tema del incidente espontáneamente, a los 20 minutos de haber empezado su discurso.
Trump continuó refiriéndose a Clinton como una “mentirosa” y “torcida”, insistiendo en que a Clinton no le gustaría enfrentarse a Trump en las elecciones generales a pesar de informar que la campaña de Clinton está lamiendo sus labios ante la perspectiva de que Trump sea su oponente.
“Pregúntenle a Jeb Bush si disfruta contendiendo conmigo. Pregúntenle a Lindsey Graham: ¿le gustó competir con Trump? Pregúntenle a Perry, pregúntenle al gobernador Perry. Pregúntenle a Bobby Jindal”, dijo Trump. “Pregúntenle a todos estos tipos que han salido, ¿les gusta competir con Trump? Yo lo disfruto. Ellos no lo disfrutan”.
Trump tampoco pudo resistir atacar a uno de sus adversarios favoritos durante la noche del lunes: la prensa.
En una extraña transición en la que defendió al presidente ruso, Vladímir Putin, de las acusaciones ampliamente reportadas respecto a que él ordenó el asesinato de periodistas, Trump continuó y consideró si él mismo contemplaría matar periodistas, a quienes luego criticó como “repugnantes personas mentirosas”.
“Nunca los mataría… nunca haría eso”, dijo Trump al principio, antes de reconsiderarlo.
“¿Eh, vamos a ver… eh?”, dijo Trump modulando la voz. “No, nunca haría eso”.