Una caravana de vehículos con ayuda llega a las afueras del asediado pueblo sirio de Madaya. Docenas de vehículos con ayuda se dirigieron a dicho lugar, donde muchas personas han muerto por inanición.

(CNN) – Esta es solamente una de las incontables ciudades destrozadas por la guerra civil de Siria.

Pero los civiles en Madaya han sido golpeados de manera particularmente dura por el hambre extrema. En un video publicado por activistas sirios, un chico esquelético –sus costillas sobresalen– dice que él no ha comido una comida completa en siete días.

La situación es tan grave que un doctor le dijo a Raja Razek de CNN que él no tiene nada para darle a su pacientes excepto azúcar o agua salada.

El lunes, la población civil en Madaya obtuvo un breve alivio.

Un convoy de 49 camiones del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja Árabe Siria llegó a la ciudad con ayuda, mismo que fue recibido por residentes conmovidos hasta las lágrimas, según una fuente de la ONU.

Dibeh Fakhr, portavoz de la Cruz Roja Internacional, dijo que su agencia también esperaba entregar ayuda a los pueblos del norte de Foah y Kefraya. A diferencia de Madaya, esas ciudades son leales al régimen del presidente Bashar al-Assad.

“Una entrega corta no será la solución,” dijo Fakhr. “Lo que se necesita es acceso regular”.

Una imagen tomada por un concejal muestra a vehículos humanitarios llegando a la ciudad el lunes.

Costos insoportables y minas terrestres

Aunque Madaya está a menos de 50 kilómetros (31 millas) de la ciudad capital de Damasco, el costo de la comida ha paralizado la ciudad.

Por ejemplo, en Damasco, el kilogramo de harina cuesta 79 centavos de dólar. Pero en Madaya, un kilo de harina cuesta 120 dólares.

En la capital, un litro de leche cuesta 1,06 dólares. Pero en Madaya, el precio se eleva a 300 dólares el litro.

Luego tenemos el problema de las minas terrestres, las que han hecho que el contrabando de comida en la ciudad sea extremadamente peligroso, dijo el Dr. Khaled Mohammed.

Mohammed, quien trabaja en un hospital de campo en Madaya, dijo que él recibe alrededor de 250 casos de inanición cada día.

El domingo, él dijo que cinco personas habían muerto durante las 48 horas pasadas… entre ellas un niño de 9 años.

‘La punta del iceberg’

“Estos desgarradores informes de hambre representan la punta del iceberg”, dijo Philip Luther, el director de Amnistía Internacional en el Medio Oriente.

“Los sirios están sufriendo y muriendo por todo el país porque la hambruna está siendo usada como un arma de guerra tanto por el gobierno sirio como por grupos armados”.

Luther acusó a ambos lados de “jugar con la vida de cientos de miles de personas”, y observó que privar de comida a civiles como una táctica de guerra es un crimen de guerra.

Comen hierba

“La última vez que comí una comida completa fue hace al menos un mes y medio”, dijo Louay, un residente de Madaya, como lo citó Amnistía Internacional. “Ahora, fundamentalmente tomo agua y como hojas. El invierno ya llegó y los árboles ya no tienen hojas, así que yo no estoy seguro de cómo sobreviviremos”.

Louay fue entrevistado el 7 de enero, al igual que un número de residentes de Madaya.

Um Sultan dijo que todos los días ella sabe de alguien que está demasiado enfermo como para levantarse de la cama.

“Mi esposo es ahora uno de ellos”, le dijo ella a Amnistía. “Él no puede levantarse de la cama y cuando lo hace, se desmaya. Ya no lo reconozco; solo le queda piel y huesos”.

Un video muestra a una anciana revolviendo una olla con agua verde hirviendo. El hombre que está filmando le pregunta en árabe: “Hajii, ¿qué estás cocinando?”

Ella responde: “pasto para el anciano”.