Simpatizantes del movimiento ultraderechista PEGIDA se manifiestan en Leipzig, Alemania, contra las agresiones de inmigrantes ilegales registradas el Año Nuevo.

(CNN) - Alemania ha anunciado planes para relajar sus restricciones a la deportación de criminales extranjeros después de una ola sin precedentes de agresiones sexuales de bandas en Colonia y otras ciudades en la víspera de Año Nuevo.

El Ministerio de Justicia de Alemania anunció que las nuevas leyes habían sido diseñadas para que se pueda deportar más fácilmente a inmigrantes declarados culpables de delitos que causan la muerte o lesiones graves, agresiones sexuales o físicas o que opongan resistencia a los agentes de policía.

Anteriormente, los migrantes que llegaban a Alemania solo podían ser deportados si eran declarados culpables de delitos punibles con una sentencia de un año o más.

En un comunicado, el ministerio dijo que las nuevas normas les permitirían a las autoridades deportar a los criminales más rápidamente. Las nuevas leyes podrían ser aprobadas ​​a partir del próximo mes, dijo un portavoz del ministerio.

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Alemania ha estado enfrentando tensiones después de una ola de crímenes en Colonia en la víspera de Año Nuevo.

Un gran número de mujeres denunciaron haber sido agredidas sexualmente o despojadas de sus pertenencias por bandas de hombres de apariencia árabe o del norte de África durante las celebraciones en el centro de la ciudad y en algunos casos las víctimas decían que temían por sus vidas.

La policía de Colonia dijo el lunes pasado que se habían presentado 553 denuncias penales derivadas de esa noche, alrededor del 40% de las cuales estaban relacionadas con agresiones sexuales.

Hasta ahora, al menos 31 personas, en su mayoría de países del África del Norte y Medio Oriente, han sido acusadas ​​por los ataques, dijo la policía. De ellos, 18 han sido identificados como solicitantes de asilo.

Otras ciudades europeas reportaron una serie similar de denuncias de delitos sexuales en la víspera de Año Nuevo.

‘Rapefugees no bienvenidos’

Las agresiones han alimentado el debate ya acalorado sobre la inmigración en Alemania, el cual ha recibido una gran cantidad de migrantes, creando una crisis en las fronteras de Europa, y han provocado intensas protestas en todo el país.

En un mitin organizado por una división de una organización anti-musulmana, PEGIDA, los manifestantes marcharon por las calles de Leipzig al este de Alemania, el lunes por la noche, culpando a los migrantes por las agresiones sexuales.

Algunos coreaban: “¡Depórtenlos!”, mientras que otros agitaban pancartas exigiendo que los refugiados fueran regresados a sus países.

Un letrero decía: “Los rapefugees (refugiados violadores) no son bienvenidos”.

“Los rapefugees no son bienvenidos”, decía una de las pancartas en las que aparecía una silueta de una mujer huyendo de una turba.

Un cartel decía: “Los islamistas no son bienvenidos”, mientras que en otro cartel representan a la canciller alemana, Angela Merkel, siendo manoseada.

La portavoz de la policía de Leipzig, Maria Braunsdorf, le dijo a CNN que la policía había rodeado al menos a 250 extremistas de derecha, luego de que algunos comercios fueran saqueados. Muchos llevaban máscaras para proteger su identidad, lo cual es contrario a la ley en Alemania, dijo.

Cerca de allí, las personas que se oponen a los manifestantes salieron a mostrar su apoyo a los refugiados. Una pancarta decía: “Willkommen in Leipzig” (“Bienvenido a Leipzig”).

Informe: Alemania regresa a un mayor número

Las protestas tuvieron lugar mientras que la policía en la vecina Austria reveló que después de los ataques Alemania había estado regresando a un número cada vez mayor de migrantes a Austria, la mayoría de ellos procedentes de países de África del Norte.

David Furtner, un portavoz de la Policía Federal de Alta Austria, dijo que desde diciembre, Austria y Alemania habían redactado un “memorando de entendimiento” en relación a que regresarían a un máximo de 60 migrantes por día.

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Los manifestantes en Leipzig sostienen en alto carteles en los que representan a la canciller alemana, Angela Merkel, siendo manoseada y en otros aparece el primer ministro húngaro, Viktor Orban, conocido por su postura anti-inmigrante. Este último dice “Gracias” en húngaro.

Sin embargo, desde el inicio del año, el número de migrantes que habían sido regresados había aumentado hasta 200 por día.

Él dijo que solo un pequeño número de sirios se encontraban entre los que fueron regresados, ya que la mayoría eran provenientes de Argelia o Marruecos, y algunos de Afganistán.

Furtner dijo que no tenía detalles en relación a dónde se dirigieron los inmigrantes, diciendo que algunos podrían intentar regresar a la Alemania, mientras que otros probablemente buscarían asilo en Austria.

Extranjeros atacaron

Luego de que la policía identificara a algunos de los sospechosos como migrantes, varios extranjeros en Colonia fueron atacados.

Un grupo de 20 hombres agredieron a por lo menos seis ciudadanos paquistaníes el domingo, dijo la policía de Colonia. Dos de las víctimas tuvieron que ser hospitalizadas.

Posteriormente, cinco hombres atacaron e hirieron a un hombre de ascendencia siria, dijo la policía.

Las autoridades detuvieron a dos personas luego de los ataques a los hombres.

Un debate nacional

Los supuestos ataques han generado un intenso debate público sobre las políticas liberales de Merkel hacia los migrantes y han desatado una ola de indignación por la respuesta de las autoridades ante los ataques.

PEGIDA se reúne a medida que el enojo por las agresiones en Colonia se intensifica.

Merkel ha condenado los ataques de la víspera de Año Nuevo en Alemania como “actos criminales repugnantes”. Pero ella no dio marcha atrás en cuanto a su compromiso de acoger a los refugiados que obedezcan las leyes alemanas y se comprometan a integrarse en la sociedad alemana.

En una entrevista publicada el domingo por el diario Bild am Sonntag de Alemania, el ministro de Justicia, Heiko Maas, expresó su opinión en relación a que los ataques no fueron oportunistas, sino un ataque premeditado y organizado contra las mujeres.

“Nadie me puede decir que no fue coordinado y preparado”, le dijo al periódico.

El jefe de policía de Colonia, Wolfgang Albers, fue despedido el viernes en medio de críticas por la forma en que su departamento maneja la violencia.

La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, ha sido criticada fuertemente por aconsejar a las mujeres que “guarden su distancia” de hombres desconocidos en respuesta a los ataques.

Reker dijo posteriormente que sus comentarios habían sido tomados fuera de contexto.