(CNNMoney) – En la mayoría de las oficinas de Estados Unidos, fumar un cigarrillo de marihuana durante la hora del almuerzo o comer brownies de marihuana en tu escritorio te llevaría directo al departamento de recursos humanos. Sin embargo, en algunos estados del país, no sólo no es castigado, sino que está permitido.
Kyle Sherman y Chase Wiseman cofundaron en el año 2015 Flowhub, una firma que proporciona software para la industria del cannabis. La start-up con sede en Denver ha sido desde el primer día un lugar de trabajo amigable con la marihuana.
“Nuestra filosofía en Flowhub es hacer las cosas y, si eso ayuda a que nuestros empleados hagan su trabajo, entonces no nos importa si consumen en horario laboral”, dijo Sherman.
Ambos emprendedores consumen marihuana en el trabajo, ya sea en reuniones semanales de lluvia de ideas o al final de la jornada.
“Definitivamente te da nuevas ideas y una visión diferente de las cosas”, expresó Sherman.
Aunque la marihuana recreativa es legal en Colorado, no se permite fumar ninguna clase de cigarrillo en el edificio. Así que los 18 empleados de Flowhub, la mayoría de ellos jóvenes millennial, tienen permitido traer alimentos, bebidas y jugos con cannabis.
Hasta el momento, no ha habido ninguna consecuencia negativa.
“Nuestros clientes son algunas de las mayores empresas de la industria del cannabis”, dijo Sherman. “Tenemos que conocer nuestro trabajo. Hasta ahora nunca hemos tenido ningún problema”.
High There! y MassRoots son firmas vecinas en el centro de Denver. Ambas son plataformas de redes sociales para los consumidores de cannabis.
High There! debutó hace 10 meses y tiene 150.000 usuarios activos. MassRoots, que fue lanzada en 2013, se presenta como el Facebook de los usuarios de marihuana y espera superar el millón de usuarios para el 20 de abril, día mundial de la marihuana.
Y las dos permiten su consumo en el trabajo.
“Al estar en Denver, estamos en el corazón de la industria del cannabis”, comentó Darren Roberts, cofundador de High There!. “El cannabis es parte de nuestra cultura”.
Sin embargo, Roberts dijo que eso no significa que sus empleados estén constantemente intoxicados en el trabajo. Al igual que Flowhub, dijo que el consumo suele ocurrir hacia el término del día o en las sesiones de lluvia de ideas.
“Nos ha llevado a momentos importantísimos para nuestra empresa”, señaló. “Así que sí, a nosotros nos ha servido”.
El cofundador de MassRoots, Isaac Dietrich, organiza sesiones semanales para fumar en la azotea de su edificio de apartamentos. Son reuniones destinadas a la planificación estratégica y la convivencia de los empleados.
“Tuve la idea de MassRoots cuando fumaba yerba en el departamento de un amigo”, explicó el emprendedor, cuya empresa tiene 30 empleados y ha recaudado 4,4 millones de dólares en financiamiento.
“Nuestra filosofía es que tenemos que ser lo más productivos y creativos posible, todos los días”, apuntó. “Si el cannabis facilita eso, entonces lo permitimos”.
Mientras que las empresas enfocadas al sector de la marihuana tienden a ser más abiertas respecto a su consumo, no todas las compañías están dispuestas a hablar de ello. Muchas start-ups temen que pueda dañar su oportunidad con inversionistas potenciales. Y en estados como California, la marihuana sólo es legal para fines médicos.
Brandon David es un ejecutivo de ventas en una empresa de software ubicada en San Francisco (declinó dar el nombre de la compañía) que tiene cientos de clientes, incluyendo muchos en la industria del cannabis.
“Es bien sabido que la mayoría de los empleados aquí consumen cannabis regularmente durante la jornada laboral”, reconoció. David señaló que él utiliza un vaporizador de cannabis en el trabajo por razones médicas.
“Hay tantos desafíos diarios en el entorno de una ‘start-up’, y hay que seguir adelante”, dijo. La yerba lo ayuda a mantener la concentración controlando su estrés y la ansiedad. “A veces me da un segundo aliento y trabajo algunas horas más”.
El ejecutivo indicó que es un secreto a voces que muchas empresas están adoptando la idea de consumir marihuana en el trabajo. “Son más las que la permiten que las que están dispuestas a hablar abiertamente sobre ello”, concluyó.