(CNN) – Ocho empleados de un museo serán acusados de negligencia después de hacer un mal trabajo al volver a pegar la barba a la máscara del rey Tutankamón, dijeron las autoridades egipcias.
La máscara funeraria del rey Tut se exhibe en el Museo Egipcio de El Cairo y es considerada como un valioso utensilio de la historia antigua.
Ha habido distintas explicaciones sobre cómo la barba trenzada en azul y dorado de la máscara se rompió desde que su daño salió a la luz en 2014.
En este momento, un conservador del museo dijo que la barba se rompió cuando la máscara se cayó accidentalmente durante la limpieza.
La volvieron a pegar rápidamente con un fuerte adhesivo, pero el pegamento dejó un espacio entre la cara y la barba, dijo el curador.
Otros dijeron que la barba se soltó con el tiempo.
Los funcionarios del museo desestimaron las denuncias cuando salieron a luz, y dijeron que los informes en relación con el daño de la máscara no tenían fundamento.
Se abrió una investigación
Los fiscales abrieron una investigación sobre el daño del año pasado, y dijeron que los trabajadores no siguieron el protocolo durante la restauración.
“Los funcionarios del museo se ocuparon imprudentemente de una pieza de un utensilio de 3.300 años de antigüedad, fabricado por una de las civilizaciones más antiguas del mundo”, dijo la fiscalía administrativa el sábado en una declaración a la agencia estatal Ahram Oline.
Los fiscales dijeron que las ocho personas que irán a juicio son seis restauradores y dos exencargados de la sección de restauración del museo.
Ellos están acusados de negligencia y violación a las normas profesionales del lugar de trabajo, según el comunicado.
No se dijo cuándo será el juicio.
Rey niño
La compleja máscara funeraria del rey niño, descubierta en su tumba en 1922, es la principal atracción turística y atrae a visitantes de todo el mundo.
Se cree que Tutankamón, quien gobernó de 1336 a 1327 antes de Cristo, tenía unos 17 años cuando murió.
Arreglan la máscara
Después de la reparación mal hecha, el museo trajo a expertos que pegaron la máscara.
El caso del Rey Tut no es la primera vez que un tesoro histórico es dañado en un lugar dónde se supone que debe estar seguro.
El año pasado, un niño abrió un agujero en una obra de arte de 1,5 millones de dólares durante una visita a una exposición con temática de Leonardo da Vinci en Taipéi, Taiwán.