(CNN Español) – Francisco Flores, quien fuera presidente de El Salvador entre 1999 y 2004, falleció este sábado a la edad de 56 años, según confirmó su partido ARENA a través de Twitter.
CNN no ha podido confirmar de manera independiente la noticia, pero el exmandatario estaba en coma desde hace días a raíz de un derrame cerebral.
Flores fue hallado inconsciente en su casa y trasladado al Hospital de la Mujer, en San Salvador, según su abogado Edgar Morales Joya.
Ascenso rápido
Flores ascendió rápidamente en la carrera política, pero pasó sus últimos años bajo arresto domiciliario acusado de corrupción.
Prestó juramento como presidente, el tercero de manera consecutiva por el derechista partido ARENA, el 1 de junio de 1999.
Nacido un 17 de octubre de 1959, estudió filosofía y se graduó como licenciado en ciencias políticas en una universidad de Estados unidos, donde vivió desde los once años.
Regresó a El Salvador e incursionó en la polìtica con el partido ARENA y fue elegido diputado en 1994.
La llegada a la presidencia
Dos años después asumió, con el apoyo unánime de todos los partidos, la presidencia de la asamblea legislativa, un cargo que dejó poco después al anunciar su candidatura presidencial, que ganó con el 51,9% de los votos.
Flores asumió la conducción de un país que buscaba soluciones a una creciente delincuencia y problemas económicos.
Para esto último, apostó por los tratados de libre comercio para abrir fuentes de trabajo y promovió la ley de integración monetaria. Esta fue aprobada por los diputados dos meses antes de que entrara en vigencia el uno de enero del 2001 que convirtió al dólar en la moneda de curso legal.
“Nuestra política económica ha apuntado siempre a integrar a nuestro país al mundo en una economía sin privilegios”, decía Flores en diciembre de 2000.
Enfrentamiento con Fidel Castro
Durante su gobierno impulsó el programa Mano Dura para el combate de las pandillas.
Flores también ganó notoriedad internacional cuando en noviembre del año 2000 sostuvo un enfrentamiento verbal con el presidente de Cuba, Fidel Castro, quien acusó a Flores de proteger al anticastrista Luis Posada Carriles, luego que El Salvador pidiera en la Cumbre, con sede en Panamá, una condena para el grupo terrorista ETA de España por una serie de atentados cometidos.
“Es absolutamente intolerable e inaceptable que usted, que entrenó a muchísimas personas para asesinar a salvadoreños, me acuse a mí de estar involucrado en el caso de Luis Posada Carriles”, declaró el entonces mandatario.
Flores mostró en su administración un claro apoyo a Estados Unidos, cuyo presidente George Bush lo llegó a llamar en público su amigo.
“He tenido algunos honores en mi vida, pero nunca había tenido un honor tan alto como que el presidente Bush me lame su amigo”, dijo el 24 de marzo de 2002.
La relación entre ambos llevó a El Salvador a apoyar militarmente a Estados Unidos en la ocupación de Iraq enviando contingentes que no superaban los 300 soldados para realizar tareas de reconstrucción.
Acusaciones de corrupción
Quizá una de las pruebas más difíciles que su gobierno tuvo que afrontar fueron los dos devastadores terremotos de enero y febrero del 2001 que causaron la muerte, según cifras oficiales, de 1.259 personas
A raíz de los terremotos, Estados Unidos otorgó a El Salvador el estatus de protección temporal para los salvadoreños que habían ingresado antes del 13 de febrero de 2001. El programa, que permitía a los salvadoreños trabajar y residir sin riesgo de ser deportado, favoreció a cerca de 300.000 personas.
Por los daños causados por los terremotos, la ayuda internacional comenzó a entrar al país. Entre los apoyos recibidos estaba el de Taiwán que hizo millonarios donativos para la reconstrucción.
Flores aceptó ante una comisión especial de la Asamblea que recibió cheques a su nombre sin ninguna supervisión.
Una investigación de la fiscalía estableció que 10 millones terminaron en las cuentas del partido ARENA y otros cinco en cuentas personales de Flores.
En una entrevista con CNN en Español en 2014, el expresidente negó las acusaciones: “Yo no he recibido beneficio alguno de esos fondos, no tengo vinculación alguna a ellos y por ende soy completamente inocente”, afirmó.
Por los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares, Flores se convirtió en el primer exmandatario que debió enfrentar la justicia y que pasó sus últimos días en su residencia bajo vigilancia policial.
(Con información de Merlín Delcid)