(CNN) – La impactante imagen de Alan (también conocido como Aylan) Kurdi, el niño pequeño de tres años de edad que se ahogó en una playa de Turquía el año pasado en un intento por huir de Siria, no solo humanizó la crisis de refugiados en Siria sino que también despertó una indignación internacional.
Ai Weiwei no dejará que el público lo olvide. Durante el fin de semana, apareció una foto del famoso artista disidente chino imitando el cuerpo muerto de Kurdi.
La foto fue tomada por Rohit Chawla para una próxima edición de uno de los noticieros más grandes de India —India Today— como parte de un artículo sobre el artista.
Fue dada a conocer en la Feria del Arte de la India la semana pasada, en un exhibición titulada “Los artistas”, donde exhibieron fotografías de artistas de los archivos del noticiero. La imagen rápidamente se volvió viral en las redes sociales.
La historia detrás de la foto
“Es una idea que surgió de forma un tanto espontánea”, le dijo Ai a CNN, sobre el concepto detrás de la foto en blanco y negro.
“El fotógrafo y el periodista me pidieron que posara para una fotografía cerca de la playa [en Lesbos] y que cerrara mis ojos. Habíamos hablado sobre la imagen del niño, así que me tenía eso en mente”.
Para Ai, posar para la fotografía —en una posición similar— fue particularmente fuerte.
“Ves a tantos niños salir de estos botes. Son como ángeles… ellos son los más vulnerables. Puedes ver que el mundo los ha puesto en condiciones extremas y sin esperanza. Hay dos mundos… un mundo de adultos y un mundo de niños, y no están conectados entre sí.
“Tuve esa sensación en el 2008 con el terremoto de Sichuan. Cuando me paré sobre la grava del terremoto. Bajo mis pies, había cientos y miles de jóvenes estudiantes [enterrados] en esos edificios de “tofu”. Las construcciones fueron apodadas estructuras de “tofu” en mandarín por su naturaleza paupérrima y de mala calidad.
“Estaba parado allí y podía sentir que mi cuerpo temblaba por el viento… sientes la muerte. Te invade cierto tipo de emociones que solo puedes sentir cuando estás allí. Así que para mí estar en la misma posición [que Kurdi], es sugerir que nuestra condición puede estar muy lejos de las preocupaciones políticas humanas de hoy en día”.
Documentando la afluencia de migrantes en Lesbos
Desde diciembre, Ai ha invertido bastante tiempo en Lesbos, la pequeña isla griega que el año pasado registró al menos 450.000 refugiados. Durante dos semanas, él viajó diariamente a la playa al amanecer, y veía cómo se alineaban en el horizonte las embarcaciones cargadas de refugiados. Él solía capturar fotos en su Instagram.
“Solía ponerme todas mis chaquetas y había tanto frío… sientes como si el viento pasara por tu cuerpo. Luego, trata de imaginar a personas en el océano. Cuando las embarcaciones llegaban, esas personas no podían salir, sus piernas estaban congeladas, a menudo mojadas, y muchas personas fueron llevadas por voluntarios porque sus piernas no podían moverse”.
Cuando se le preguntó qué tipo de trabajos, instalaciones y representación de piezas podría esperar el público del franco activista político, Ai parece perdido.
“No tengo idea. Siento como si de cierto modo me perdiera un poco. Siento que mi intención, mi instinto, mis reacciones, en realidad no están demasiado asociadas con mi experiencia con el arte en la política. Realmente me ha llevado a un área desconocida”.
“Crecí con dificultades, y muchas experiencias podrían ser comparadas o igualadas, pero aún no puedo conectarme con esas personas que arriesgan sus vidas yendo a través del sendero de refugiados a Europa. Y luego ves a todos esos políticos que en realidad no están ayudando, y simplemente están tratando de encontrar todo tipo de excusas. Se niegan e incluso exponen a estos refugiados a situaciones más trágicas”.
“Cuando bajan de las embarcaciones, los hombres y mujeres tienen lágrimas en sus ojos… creen que lo han logrado. Los voluntarios llegan de todos lados y les dan una taza de té, o un pedazo de chocolate. Este pequeño gesto puede hacer feliz a un niño. Pero Europa no es mucho más que una cobija, y un pedacito de chocolate”.
Más viajes fuera de China para documentar la crisis de refugiados
Ai ha hablado cada vez más abiertamente sobre la difícil situación de los migrantes sirios. Apenas la semana pasada, él canceló una exhibición en Copenhague, luego de que el gobierno danés aprobara una ley que le permite apoderarse de objetos de valor de las personas que buscan asilo.
Aunque él no tiene planes inmediatos para trabajos específicos, dice que quiere construir un estudio en Lesbos, el cual estará dotado de voluntarios de Beijing y Berlín (las ubicaciones de sus dos estudios), con la idea de hacer investigación y posiblemente filmar un documental allí.
Él dice que desea viajar a Siria, Iraq y otros lugares en el Medio Oriente relacionados con la crisis de los refugiados.
Sin embargo, él reconoce que viajar dentro y fuera de China puede obstruir sus planes, si las autoridades intervienen. El pasaporte de Ai fue devuelto apenas en julio, cuatro años después de que las autoridades chinas le revocaran a Ai sus derechos a viajar.
“Creo que puedo regresar, pero se trata de algo incierto. Nunca puedo responder si eso es algo seguro o no”.