(CNN Español) – En familia, con amigos, padres, abuelos, madres y niños, miles llegaron a la cita para escuchar, ver o seguir al papa Francisco por su paso en el Estado de México.
No importaba que el trasporte público les subiera la tarifa al doble con tal de que los dejaran en algún punto cercano al predio llamado El Caracol. Tampoco importó que los estacionamientos designados para los miles de fieles que tenían boleto estuvieran a más de dos kilómetros de distancia del lugar donde se ofició la misa.
“Todo es por ver al papa”, dijo Francisco Olvera, profesor de danza que trajo a un grupo de mujeres y jóvenes que buscaban ver al pontífice.
“Llegamos desde las cuatro de la tarde del sábado, algunos nos quedamos dormidos en el camión, otro maestro nos dejó dormir en su departamento que está a unas pocas calles de aquí, en colchonetas, con cobijas prestadas … no importó el frío, logramos verlo, que nos viera”.
Leticia Coral camina lo más rápido posible para intentar ingresar al recinto donde verá al papa. Su hijo nació con una complicación respiratoria y prometió que vendría en busca de Francisco si él decidía visitar México.
“Vengo desde Querétaro, me acaban de decir que tengo que caminar varios kilómetros”, asegura mientras sostiene a su hijo con fuerza.
“Le dije a mi mamá que esta sí es una manda (promesa) fuerte, le pedí que ayudara a mi hijo y gracias a Dios él ya se encuentra bien”.
Coral se apresura pues sabe que tendrá que caminar al menos una hora para poder llegar al lugar, y probablemente otro tiempo más hasta cruzar el fuerte dispositivo de seguridad que rodea al papa.
En días previos a la visita del papa, en redes sociales se comentó que el gobernador del estado Eruviel Ávila había limpiado las calles, puesto policías en cada esquina y hasta pavimentado las vías deterioradas.
“Lo que en 3 años de administración no se hacía se hizo el día de hoy”, asegura Luis Ángel López, residente y vecino de la zona.
El papa llegó a Ecatepec y fue recibido por miles de personas una barrera esperando verlo por un momento. Con banderas de México y el Vaticano la gente coreó a su llegada. Bandas de todo el estado entretuvieron a la gente mientras esperaban bajo un sol implacable.
Israel Araiza dirige una banda que llegó desde Teotihuacán, México exclusivamente para animar a los congregados en Ecatepec. “Son 60 jóvenes que quieren vivir la experiencia de ver a Francisco, llegamos desde anoche. Algunos no dormimos”.
Paola Rojas Morales, madre de una las niñas de la banda, asegura que es una alegría ver al papa y que el hecho de que su hija toque música para él –aunque sea por sólo unos segundos– es razón de orgullo.
“Llegamos desde las 11 de la noche, los chicos estaban motivando a las personas para que el ánimo no decayera”, menciona Paola. Al menos 6 bandas recibieron a Francisco durante su recorrido en papamóvil. Entre las canciones que más les gustó interpretar fueron Cielito Lindo, México Lindo, y Amigo.
“Si lo hubiera tenido de frente le hubiera pedido que nos cuide a todos”, asegura Ángel, quien interpreta la tuba en la Banda Juvenil de marcha de Águilas de la Justo.
Miles de personas que no lograron entrar a la Unidad de Estudios Superiores de Ecatepec, donde el papa ofició una misa multitudinaria, pudieron verlo y escucharlo en las pantallas gigantes a las que prestaron atención pese que apenas algunos árboles cercanos ofrecían sombra.
Tras la misa, los fieles emprendieron el camino de vuelta a casa; les tomará horas.
Ahora van a descansar después de un día que para muchos fue inolvidable.