En los días posteriores a tu recuperación de un bicho desagradable, probablemente tengas una rutina para librarte de los gérmenes: lavas tus sábanas y toallas, restriegas tus pocillos y tu botella de agua, y es probable que tires tu cepillo de dientes.
Pero, ¿acaso deshacerte de tu cepillo de dientes es realmente necesario para evitar que se propaguen los gérmenes?
Resulta que no existe una regla definitiva, dice Neha Vyas, Doctora en Medicina, especialista en medicina familiar en Cleveland Clinic.
Potencialmente, los gérmenes pueden vivir en el cepillo de dientes hasta un par de días.
“Pero no existe suficiente evidencia en la literatura científica que demuestre que, como resultado, estos causan enfermedades en las personas”, explica.
El hecho es, que las posibilidades de que te reinfectes a ti mismo son casi nulas, porque cuando tu sistema inmune combate un bicho, este desarrolla anticuerpos para evitar que regrese.
¿Y en cuanto a las personas que usan tu lavamanos? Probablemente estén seguras también, siempre que ellas no usen tu cepillo de dientes ni guarden el de ellas justo al lado del tuyo.
Dicho todo esto, tu combate con las bacterias o el virus debilitó tu sistema inmune y, dado el hecho de que hay muchos otros tipos de bichos que pudieran infectarte de nuevo, empezar de nuevo con un cepillo de dientes limpio y libre de gérmenes no es una idea terrible, dice la doctora Vyas.
Ella sugiere que tires el viejo unos cuantos días después de tu recuperación.
“Y si de alguna forma estás inmunocomprometido –estás recibiendo tratamiento de cáncer o tienes un desorden inmunológico subyacente– entonces ciertamente sería útil descartar tu cepillo de dientes inmediatamente después de que te recuperes de una enfermedad”.
Piensa también en tu pasta dental. Los dedos sucios o un cepillo sucio pueden trasladar microbios nocivos al borde del tubo.
“Si alguien en tu familia está enfermo, ellos deberían considerar usar su propio tubo de pasta dental a fin de evitar una contaminación cruzada”, dice ella.
En la salud y la enfermedad, los cepillos de dientes deberían ser sustituidos cada tres o cuatro meses (o antes, si las cerdas están muy desgastadas o si tienes problemas en las encías o alguna lesión o infección oral o en la lengua).
Y, mientras tanto, siempre practica una buena higiene con tu cepillo de dientes: “La mejor manera para cuidar tu cepillo de dientes es agitarlo vigorosamente debajo del chorro de agua después del cepillado. Ssegúrate de eliminar toda la pasta de dientes y las partículas de comida que hayan quedado en tu cepillo”, aconseja la Dra. Vyas.
“Luego, colócalo de forma vertical en un portacepillos y asegúrate de que no toque otros cepillos de dientes”.
Si has estado usando un estuche, tíralo, añade la Dra. Vyas. Cubrir las cerdas puede hacer más fácil que los gérmenes se adhieran; además en un estuche oscuro y húmedo, es probable que estos prosperen.
Este artículo originalmente apareció en Health.com.