(CNNExpansión) – Craig Federighi, vicepresidente de ingeniería de software para Apple, defendió a la firma en una carta editorial en el Washington Post, por el debate de si debería o no desbloquear un iPhone relacionado con uno de los atacantes de San Bernardino.
Fiscales del FBI solicitaron en febrero a la corte una orden para obligar a Apple a ayudar en la investigación de un tiroteo perpetrado el 2 de diciembre de 2015 por Syed Rizwan Farook y su esposa, en el que mataron a 14 personas e hirieron a otras 22.
Ambos murieron en enfrentamientos con la policía. El debate reside en que, mientras el gobierno asegura que se trata de un tema seguridad nacional, la firma de Cupertino aclara que se trata de mantener privados los datos de millones de personas.
Ante esto, el ejecutivo de la firma de Cupertino asegura en una publicación que seguir las recomendaciones del FBI representa un retroceso en la seguridad de sus dispositivos y puede permitir que cibercriminales aprovechen estos cambios en el software para atacar a millones de personas.
El ejecutivo, quien trabaja en Apple desde 1997, aclara en la editorial que los iPhone actualmente cuentan con la mejor seguridad de datos posible para los usuarios y que es “decepcionante que el FBI, el Departamento de Justicia y otras agencias gubernamentales nos presionen para regresar a tecnologías y tiempos menos seguros”.
Federighi explica que el FBI pidió a Apple regresar al sistema operativo iOS7 –actualmente los teléfonos inteligentes corren con la versión 9.2.1–, con la intención de poder entrar a la información de los iPhone. Ante ello el vicepresidente aclara que aunque la seguridad en esta versión “fue revolucionaria en su momento, ya ha sido penetrada por los cibercriminales. Peor aún, algunos de sus métodos ya son vendidos a atacantes con menos habilidades, pero que pueden ser mucho más maliciosos”.
Además del apoyo de más de 30 empresas tecnológicas, como Google, Twitter, Microsoft o Facebook, para no desbloquear el dispositivo, una encuesta elaborada por Reuters e Ipsos a finales de febrero, arrojó que los estadounidenses se inclinan a que no se desencripte el teléfono. Según este ejercicio, 46% de los encuestados dijo estar de acuerdo con la posición de Apple, 35% se manifestó en desacuerdo y un 20% afirmó que no sabía sobre el conflicto.
“Para saltar las barreras de protección de Apple, el FBI nos pide que creemos una puerta trasera con un software que invalide las protecciones de códigos, creando de manera intencional una vulnerabilidad que permitiría a la fuerza gubernamental entrar al iPhone. Una vez que se cree este software –que el gobierno pretende utilizar en varios iPhone– se convertirá en una debilidad que los criminales y los hackers pueden utilizar para causar estragos en la seguridad y privacidad de todos”, agrega.
El ejecutivo termina la carta abierta asegurando que cuando un programa se crea por razones erróneas, “tiene una capacidad inmensa para dañar a millones de personas”, además de que “no podemos quedarnos atrás de quienes pueden explotar la tecnología para crear caos. Bajar nuestro ritmo, o revertir el progreso, pone a todos en riesgo”.