(CNNMoney) - Este es el dilema de Donald Trump: él se está postulando a la presidencia en una plataforma en la que pretende llevar de vuelta los empleos a Estados Unidos y hacer que Estados Unidos sea grande otra vez.
Sin embargo, en su club privado al sur de Florida, ha dotado su personal casi exclusivamente con trabajadores extranjeros importados. Y lo ha estado haciendo durante años.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos le ha confirmado a CNN que entre el 2013 y el otoño del 2015, el club Mar-a-Lago de Trump publicó 250 ofertas de trabajo de temporada y contrató solo a 4 trabajadores estadounidenses para esos puestos.
El club solicitó que el resto del personal fuera importado temporalmente a través del proceso de visa H-2B del gobierno federal. Básicamente, Mar-a-Lago contrata a personal de temporada desde el extranjero.
Mar-a-Lago es una mansión que Donald Trump ha convertido en un club privado, solo para miembros, en Palm Beach, Florida.
La esposa del corredor de bolsa de Nueva York, E.F. Hutton, la construyó en 1927. La Sra. Hutton, quien se convertiría en Marjorie Merriweather Post, usó Mar-a-Lago como un refugio de invierno para ella y sus amigos ricos de Wall Street.
Embellecida con baldosas y otros adornos, olía a la opulencia de la predepresión que caracterizaba a la década de 1920: por ejemplo, el gran Gatsby, fiestas extravagantes y camareros junto a la piscina.
Mar-a-Lago, se convirtió en un sitio histórico nacional en 1969. Post falleció a principios de 1970 y la mansión fue puesta a disposición del gobierno federal para ser utilizada como un retiro presidencial. No tuvo mucho éxito y finalmente fue puesta a la venta.
Trump dice que compró Mar-a-Lago en 1985 por 5 millones de dólares.
Luego, comenzó la remodelación de la mansión de 114 habitaciones para su uso como su residencia personal, y en 1995, abrió la casa como un club para los súper ricos que querían escapar de los duros inviernos del norte.
Las cuotas de afiliación son de 100.000 dólares con una cuota anual de 14.000 dólares. En su página web, Mar-a-Lago es llamada “la mansión más grande que alguna vez se haya construido”.
Mar-a-Lago es estacional. Está abierta cuando es demasiado frío para jugar al golf en otras partes del país. Y cierra cuando hace demasiado calor para jugar al golf en el sur de la Florida.
Y eso, dice Trump, hace que sea difícil encontrar trabajadores estadounidenses dispuestos a ocupar puestos de trabajo de servicio a tiempo completo durante aproximadamente ocho meses al año.
Del 2013 al 2015, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos autorizó a Mar-a-Lago para que contratara a 246 trabajadores extranjeros con visas H-2B, las cuales permiten que los empleadores de Estados Unidos importen temporalmente a trabajadores extranjeros para cubrir puestos de trabajo no agrícolas que no pueden ser llenados con estadounidenses.
Para obtener la aprobación de las visas H-2B, los empleadores deben demostrar que necesitan más trabajadores y que hicieron un esfuerzo por reclutar trabajadores domésticos, se pusieron en contacto con todos los que respondieron a los anuncios y contrataron a todos los solicitantes calificados.
Después de recibir la aprobación, los empleadores deben presentar una petición ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración para llevar trabajadores extranjeros temporales al país.
Trump ha argumentado que no pudo encontrar trabajadores estadounidenses. “Es casi imposible conseguir ayuda”, según el precandidato republicano a la presidencia le dijo a CNN el mes pasado.
“Y parte de la razón por la que no puedes conseguir gente estadounidense es que quieren trabajos a tiempo completo”.
Eso es nuevo para Tom Veenstra. Él es director senior de servicios de apoyo en la oficina de CareerSource del condado de Palm Beach. Es un servicio gratuito que enlaza candidatos calificados con los empleadores.
Durante los últimos dos años, la agencia ha colocado a más de 50.000 personas en puestos de trabajo en el condado de Palm Beach. Veenstra dice que no tiene duda de que podía llenar Mar-a-Lago con trabajadores estadounidenses.
“Contamos con cientos de candidatos calificados para trabajos como estos”, le dijo Veenstra a CNN. “Eso es lo que hacemos aquí. Ayudamos a colocar a los residentes locales en puestos de trabajo como esos”.
¿Acaso Trump usó el servicio gratuito? Solo una vez, dice Veenstra.
Después de las críticas sobre sus prácticas de contratación, Mar-a-Lago le pidió a la oficina CareerSource del condado de Palm Beach que enviara candidatos calificados para una sola posición. Veenstra dice que envió cuatro candidatos, uno fue contratado.
Veenstra dice que hasta donde sabe no hubo problemas con la contratación, pero nunca recibieron otra solicitud de Mar-a-Lago.
Las posiciones de Mar-a-Lago pagan aproximadamente 10 dólares por hora para las criadas y amas de casa, hasta 13 dólares la hora para los cocineros y alrededor de 11 dólares para los camareros y camareras.
El Departamento de Trabajo exige pruebas de que un empleador que busca importar trabajadores intentó sin éxito atraer a trabajadores calificados de Estados Unidos.
Los registros muestran que Mar-a-Lago al parecer ha hecho el mínimo requerido por la ley.
De acuerdo con un análisis de CNN de cientos de páginas de documentos del Departamento de Trabajo, Mar-a-Lago no colocó anuncios en el periódico más grandes de la zona.
En su lugar, colocó anuncios en un periódico local que tiene poca circulación y los anuncios se publican de manera rutinaria durante un lapso de solo dos días, el mínimo requerido por la ley.
Además, las declaraciones de los empleadores sobre los informes de reclutamiento son autodeclarados, y los empleados federales le dijeron a CNN que el Departamento de Trabajo no tiene los recursos para comprobar la exactitud de los mismos.
Renee Seymore aplicó a una de las ofertas de trabajo.
Ella es una joven de 22 años con experiencia como camarera, y dice que le dijo al personal de Trump que no tendría problema en aceptar una posición de temporada en Mar-a-Lago. Nunca fue contratada. De hecho, dice que nunca la rechazaron formalmente para el trabajo.
Después de una entrevista en persona, Seymore esperó una llamada telefónica que nunca llegó.
“Ningún mensaje, ningún correo electrónico, nada”, le explicó a CNN.
“Necesitaba ese ingreso porque no tenía trabajo. Como les dije a ellos, no me importa si me ponen a fregar el piso. Es dinero. Es un trabajo”, dijo.
La campaña de Trump no ha ofrecido comentarios adicionales con respecto a las críticas sobre las prácticas de contratación en Mar-a-Lago.
En su lugar, Trump se ha apegado a su explicación en la campaña electoral de que no podía encontrar trabajadores estadounidenses que ocuparan esos puestos de trabajo.
Trump tendrá dificultades para convencer al menos a una camarera de Florida.
“Duele”, le dijo Seymore a CNN. “Otras personas que vienen de otro país tratan de obtener los puestos de trabajo que yo debería ocupar. Y eso no es correcto”.
Will Cadigan de CNN contribuyó con este reportaje