NUEVA YORK (CNNMoney) – Las personas que viven en algunas partes de Texas y Oklahoma ahora enfrentan el mismo riesgo de terremotos que aquellas que viven en California.
Los científicos del gobierno creen que estos terremotos son provocados en gran medida por la actividad humana, principalmente por la eliminación de aguas residuales como parte de la extracción de petróleo y gas natural.
Aproximadamente 7,9 millones de personas ahora están en riesgo de estos terremotos provocados por el hombre, incluyendo ciertas regiones en Oklahoma, Kansas, Colorado, Nuevo México, Texas y Arkansas, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos esta semana. A pesar de que estos terremotos no son tomados en cuenta en los mapas de códigos de construcción, representan un peligro para edificios, puentes, tuberías y otras estructuras clave, de acuerdo con la agencia gubernamental que estudia el paisaje estadounidense.
Esta es la primera vez que el gobierno ha creado mapas que muestran el riesgo de los llamados terremotos “inducidos”. La agencia definió estos como sismos en una región con mayores tasas de terremotos atribuidas a “las actividades humanas, tales como la inyección de fluidos o extracción”.
La inyección de fluido es una táctica polémica relacionada con la fracturación hidráulica, la técnica de perforación conocida como “fracking” que ha aumentado drásticamente la producción de petróleo y gas de Estados Unidos. Cuando el petróleo y el gas son extraídos de la tierra, por lo general también brota agua salada con estos. Normalmente esta agua es inyectada de nuevo a alta presión en los pozos de eliminación… una práctica que la agencia geológica ha dicho que puede inducir terremotos.
A pesar de las preocupaciones ambientales en relación al agua contaminada y los terremotos, la actividad de la fracturación hidráulica se ha disparado. Estados Unidos tenían 300.000 pozos de extracción por fracturación hidráulica el año pasado, un aumento comparado con solo 23.000 en el 2000, según la Administración de Información de Energía.
La actividad sísmica también está en aumento en ciertos estados con alto consumo de energía después de un período relativamente estable de alrededor de 30 años. Las tasas de terremotos han “aumentado de forma notoria recientemente” en múltiples áreas del Centro y Este de Estados Unidos, especialmente desde el 2010, según el informe. Su modelo de riesgos sísmicos del 2014 no tomó en cuenta terremotos provocados por el hombre.
La agencia dijo que varios terremotos dañinos se han producido recientemente cerca de los pozos de inyección. Por ejemplo, un terremoto con una magnitud de 5,6 causó lesiones y daños leves a viviendas en el 2011 cerca de Prague, Oklahoma. Otros temblores en estas regiones de fracturación hidráulica incluyen un sismo con una magnitud de 5,3 grados cerca de Trinidad, Colorado en el 2011 y un sismo con una magnitud de 4,8 grados cerca de Timpson, Texas en el 2012.
Oklahoma City y la región circundante enfrentan una probabilidad entre el 5% y 12% de sufrir daños causados por un terremoto en el 2016, según el informe. Esto es más alto que prácticamente en cualquier otro lugar del continente de Estados Unidos, además de California que según se estima enfrentará el mismo riesgo… pero debido a razones naturales.
Por supuesto, los terremotos provocados por el hombre son muy difíciles de predecir. El Servicio Geológico reconoció altos niveles de “incertidumbres” en su pronóstico, señalando que los terremotos provocados por el hombre “pueden variar rápidamente en el tiempo y el espacio” con base en los cambios de la “actividad industrial”.
La agencia también dijo que su pronóstico no exploró las causas del aumento de la actividad sísmica y subrayó que se necesita más investigación en esta área. Señaló que algunos terremotos naturales podrían estar dispersos a lo largo de su lista de presuntos sismos provocados por el hombre.
Un grupo de investigación financiado por la industria energética señaló que la agencia geológica nunca se ha referido directamente a la fracturación hidráulica en el informe.
“La gran mayoría de los pozos de inyección no están asociados con los terremotos inducidos”, dijo Sean Whitehead, investigador de Energy In Depth, el cual es patrocinado por un grupo comercial de extracción de petróleo y gas. “Este es un asunto que según dicen los científicos —casi de forma homogénea— puede manejarse de forma efectiva”.
Un portavoz del Instituto Americano del Petróleo, el cual representa a las grandes compañías petroleras, dijo que está “revisando” el informe.