(CNNMoney) – La gran ola de inversión china está ganando poder.
La inversión directa de China en Estados Unidos está en vías de alcanzar un récord de 30.000 millones de dólares en 2016, de acuerdo con la firma de investigación Rhodium Group y el National Comittee on U.S.-China Relations, que trabaja para promover el acercamiento entre los países.
Eso es el doble de la inversión récord por 15.000 millones de dólares del año pasado.
Hay pocos indicios de que la inversión vaya a desacelerarse a medida que China trabaja para aumentar su exposición a países de mayores ingresos y para contrarrestar una desaceleración económica en el país. Los temores sobre la estabilidad del yuan también han elevado la inversión extranjera.
“La actual revisión del modelo de crecimiento de China, las barreras políticas más bajas para inversión en el exterior, y una mayor confianza de las empresas chinas para invertir en el extranjero impulsarán la salida de cientos de miles de millones de dólares procedentes de China en la próxima década”, predijeron los grupos.
El informe estima que más de 1.900 empresas chinas afiliadas están ahora establecidas en Estados Unidos, y emplean aproximadamente a 90.000 trabajadores de tiempo completo. Decenas de miles de trabajadores son empleados indirectamente a través de las empresas chinas.
Se espera que un proyecto de construcción de rascacielos en Chicago dirigido por Dalian Wanda —propiedad del hombre más rico de China, Wang Jianlin— cree unos 2.000 empleos de construcción, por ejemplo.
Nueva York sigue siendo uno de los lugares más populares para invertir entre los chinos, sobre todo en los sectores de bienes raíces o de finanzas. Las más prominentes inversiones inmobiliarias comerciales incluyen la compra por parte de Fosun del edificio Chase Manhattan, y la adquisición del emblemático hotel Waldorf Astoria por la aseguradora de Anbang.
Las industrias tecnológicas y del entretenimiento de California también son una gran atracción, mientras que las inversiones en energía tienden a agruparse en Texas.
Aunque el ambiente general de inversión es optimista, el informe señala un escrutinio mayor de los acuerdos chinos en Estados Unidos, que se han convertido en un problema este año electoral.
“Los reguladores y los miembros del Congreso tienen la responsabilidad de garantizar que las preocupaciones legítimas sobre [la inversión] china sean abordadas”, indica el informe. “Al mismo tiempo, también es necesario asegurar que la retórica política y la politización no obstaculicen innecesariamente los flujos de inversión que ayudan a la creación de empleo, especialmente en un año electoral”.
El informe también advierte que las distorsiones en el sistema económico de China —como los privilegios para las empresas de propiedad estatal— podrían tener un efecto adverso sobre la inversión extranjera, e incluso dañar a los países con estrechos vínculos económicos con China.