(CNNEspañol) – El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) se encuentra en “una carrera contra el tiempo” para proteger a miles de niños de complicaciones de salud debido al terremoto que azotó a Ecuador este sábado, según un comunicado. Según Unicef al menos 150.000 niños fueron afectados por el sismo.
Unicef dice que los niños podrían contraer enfermedades y “correr otros riesgos comunes en este tipo de emergencias”, según Grant Leaity, representante de esa organización en Ecuador.
La principal preocupación de Unicef es sobre las condiciones de salud, agua y saneamiento en las áreas costeras, que son actualmente consideradas como zonas de alta influencia del virus del Zika, dengue, malaria y chikunguña.
Los grupos de Unicef se encuentran en Pedregales y Esmeraldas —dos de los lugares más afectados por el terremoto de magnitud 7,8— evaluando las necesidades de los niños y coordinando las acciones de respuesta.
Según reportes preliminares del gobierno, el terremoto destrozó 119 escuelas que afectó a 88.000 niños. Unos 805 quedaron destruidos y otros 608 resultaron dañados por el sismo. Así mismo dos hospitales colapsaron totalmente en Portoviejo y Chone.
Así mismo en las áreas más afectadas por el movimiento telúrico, los deslizamientos de tierra están causado años en la infraestructura y deteniendo el acceso a equipos de emergencia y suplementos, indicó Unicef.
Algunas ciudades continúan sin energía eléctrica y sólo el 40% de las líneas de comunicación funcionan, dijo la agencia de la ONU en un comunicado.
El terremoto dejó un saldo de al menos 350 persona muertas y más de 2.600 heridos.