(CNNMoney) – El plátano (el fruto que también conocemos como banana, cambur, maduro o guineo) está siendo atacado por una enfermedad que se está extendiendo por todo el mundo, y amenaza esta importante industria de exportación de América Latina.
La industria está tan preocupada por la enfermedad que movió Congreso Internacional de Plátano de esta semana des Costa Rica a Miami en último minuto para que los asistentes no llevaran la enfermedad a la región con tierra contaminada en sus zapatos. Latinoamérica es la principal fuente de plátanos para Norteamérica y Europa.
La enfermedad —conocida como “enfermedad de Panamá”, fusariosis o Fusarium— ya se ha propagado desde Asia a partes de Australia, África y Oriente Medio. Afecta especialmente el plátano Cavendish, que es el fruto que los consumidores en Occidente están acostumbrados a comer.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas advirtió este mes que la industria bananera —que mueve 36.000 millones de dólares— debe actuar “para hacer frente a una de las enfermedades del banano más destructivas del mundo”.
Una cepa temprana de la enfermedad Panamá acabó con lo que había sido la variedad de banano más popular en la década de 1960, el Gros Michel. Los productores posteriormente cultivaron el plátano Cavendish, que se considera un producto inferior, pero resistente a la enfermedad.
Ahora, los científicos y productores de plátano analizan cuáles tipos nuevos de plátano podrían sustituir a la actual variedad Cavendish, pues la nueva cepa de la enfermedad ha causado el colapso de la producción en partes de Asia.
Taiwán ha creado una serie de plátanos Cavendish “mutantes” que se están probando en Filipinas y China, dice Inge Van den Bergh, científicoa que estudia el plátano en Bioversity International en Bélgica.
“Son muy prometedores”, pero no son necesariamente tan sabrosos o adecuados para el transporte de larga distancia, le dijo la investigadora a CNNMoney. No hay “solución mágica”, dijo.
Por ahora, los precios del banano en las tiendas de comestibles occidentales no están subiendo ya que América Latina no ha sufrido.
Pero los consumidores en América del Norte y Europa podrían empezar a ver cambios en las variedades y precios del plátano en la próxima década si la enfermedad de Panamá se propaga a América Latina, dijo Van den Bergh.
El mundo en desarrollo está en mayor riesgo de propagación de la enfermedad, que permanece en el suelo hasta por 40 años. Miles de millones de dólares y miles de millones de toneladas de alimentos están en riesgo, y la plantación de nuevas variedades de plátanos es muy cara.
“La propagación del marchitamiento por Fusarium podría tener un impacto significativo sobre los productores, comerciantes y familias que dependen de la industria bananera”, advirtió el patólogo de plantas Fazil Dusunceli de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas.