(CNN) – Conoce a Hong Hong. Tiene casi cuatro meses de edad, vive en China y tiene 31 dedos.
El niño nació en enero, con 15 dedos en las manos y 16 dedos en los pies, en el condado de Pingjiang, en la provincia de Hunan. También tiene dos palmas en cada mano y no tiene pulgares.
Los doctores diagnosticaron a Hong Hong con polidactilia, una condición congénita que ocurre en humanos, perros y gatos, en la que se tienen dedos extra. La polidactilia es una condición muy común, ya que afecta a uno en cada 1.000 nacidos, de acuerdo con la organización no gubernamental Children’s Healthcare of Atlanta. A veces, los dedos extra son removidos quirúrgicamente. Los padres de Hong Hong están intentando recaudar dinero suficiente para que pueda pasar por una cirugía que le cambie la vida.
La condición usualmente es heredada, como es el caso de Hong Hong.
La madre del niño tiene también polidactilia, con seis dedos en cada mano y seis en cada pie. Cuando ella estaba embarazada de Hong Hong, ambos padres estaban preocupados de que su hijo pudiese heredar la condición.
Ahora mismo, Hong Hong tiene muy poca edad para pasar por una cirugía, dijo a CNN el padre, Zou Chenglin. En tanto, sus padres están buscando asesoría médica sobre cómo tratar a su hijo.
Los doctores le han dado a la familia diferentes opiniones. Algunos dicen que la cirugía es más complicada de lo que originalmente pensaban, debido a que Hong Hong requiere no solo que se le quiten los dedos extra, sino que también se le reconstruyan los pulgares. Estos son esenciales ya que le dan la habilidad a las personas para agarrar objetos.
La cirugía podría costar unos 200.000 yuanes (30.000 dólares), según el padre del niño. La pareja ha recurrido al internet para buscar ayuda y hasta ahora han reunido unos 40.000 yuanes (6.000 dólares) a través de donaciones en línea.
Pero ellos decidieron suspender los esfuerzos de recaudación en línea por los comentarios que han recibido sobre recaudar dinero a través de esa vía, dice el padre.
Por ahora, la familia planea regresarse a la ciudad de Shenzhen, donde viven, para que el padre pueda regresar a su trabajo.
Zahra Ullah y Vivian Kam contribuyeron con este reporte.