Brazilian President Dilma Rousseff gestures  during the opening ceremony of the 4th National Policy Conference on Women in Brasilia on May 10, 2016.
Brazilian President Dilma Rousseff launched a last-minute bid Tuesday to block impeachment proceedings against her in what could be her final hours in power. / AFP / EVARISTO SA
Inicia la votación en el Senado para decidir juicio político contra Rousseff
13:43 - Fuente: CNN

(CNN Español) - Ochenta y un senadores decidirán este miércoles el futuro político de Dilma Rousseff.

Está previsto que el Senado comience a las 9:00 horas local una sesión para determinar si se inicia un juicio político contra la mandataria. Son 81 los senadores con derecho a voto y a ejercer la palabra. Se sabe que hay varios que están dispuestos a renunciar a su derecho a la palabra para agilizar el trámite.

Se necesitan 41 votos, la mayoría simple, para activar el juicio político contra Rousseff.

¿Qué ocurre si el Senado activa el juicio político?

Si el Senado vota a favor de un juicio político en su contra, Rousseff sería de inmediato suspendida temporalmente de su cargo por 180 días: mantiene la posición, pero no las funciones mientras es investigada y prepara su defensa.

En ese caso, el vicepresidente Michel Temer tomará temporalmente las riendas, hasta noviembre, cuando el proceso vuelva a un comité especial del Senado.

En ese momento Rousseff tendrá 20 días para presentar su defensa. Después de eso, una determinación final será votada por dicha comisión.

Si es encontrada culpable, será destituida.

Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, o PMDB, también fue implicado en la trama de corrupción y podría ser debilitado aún más por la investigación en curso.

¿Qué dice Rousseff?
Desde hace un mes, Rousseff dice que trata de un “golpe de Estado” y este martes aseguró que es una estrategia liderada por el expresidente de la Cámara Eduardo Cunha en alianza con el vicepresidente Temer.

En lo que podría ser el ultimo discurso de su mandato, Rousseff dijo el martes que está “cansada de los traidores y desleales pero no de luchar”.

Es por eso que el abogado general del Estado, Eduardo, Cardozo, que defiende a la mandataria, presentó un recurso al Tribunal Supremo de Justicia para que decrete la nulidad del proceso. Cardozo dijo que acudirán hasta al último recurso.

“Voy a luchar, porque lo que yo estoy defendiendo es el principio democrático que rige la vida política en Brasil”, dijo Rousseff a Christiane Amanpour de CNN el mes pasado.

¿Cómo empezó todo esto?

La moción para destituir a Rousseff se inició en diciembre. Cunha -entonces presidente de la Cámara de Diputados y un abierto crítico de Rousseff- acusó a la mandataria de violar las leyes presupuestarias con préstamos de bancos estatales para cubrir el déficit en el país y pagar los programas sociales en el período previo a su reelección en 2014.

Las acusaciones de corrupción han estado merodeando su administración desde 2011. Una investigación sobre un esquema de sobornos de millones de dólares a la petrolera estatal Petrobras envuelve a docenas de empresarios y líderes políticos del país, aunque Rousseff no fue acusada directamente. La mandataria dirigió Petrobras durante muchos de los años que tuvo lugar la supuesta corrupción.

En abril la Cámara baja votó por amplia mayoría a favor de iniciar el procedimiento.

Este lunes parecía que la situación daría un giro dramático, cuando el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, anuló la votación del mes pasado.

Maranhao sustituyó a Cunha después de que este fuera suspendido por el Tribunal Supremo de Brasil.

El movimiento de Maranhao encolerizó y desconcertó a muchos -e incluso el líder del Senado dijo que no acataría la medida-, pero solo un día después, dio marcha atrás, escribiendo una carta anunciando que había revocado su decisión.

¿Puede haber más afectaciones?

El país se enfrenta a desafíos en numerosos frentes, desde el virus del Zika a los Juegos Olímpicos de 2016, que se deben inaugurar en Río a principios de agosto. Rousseff podría quedar fuera de esa inauguración si avanza el juicio político.

Y no solo eso. El país se enfrenta a una agobiante recesión que ha dejado a cientos de miles sin empleo y el cierre de miles de empresas.

Pase lo que pase, será un período convulso. Los partidarios de Rousseff se han comprometido a tomar las calles, lo que garantiza una larga, y potencialmente desordenada, batalla por delante.