(CNN Español) – Las autoridades del estado de Morelos, en el centro de México, iniciaron el lunes los trabajos de exhumación de los 116 cadáveres hallados en una fosa en el panteón de Las Cruces, en Tetelcingo.
En los trabajos de exhumación participan peritos de la Comisión Nacional de Derechos humanos, la Procuraduría General de la República y la Policía Federal Científica.
El hallazgo de la fosa en Tetelcingo ocurrió en noviembre de 2015 a partir de la búsqueda que hizo la familia de Oliver Navarrete, un hombre secuestrado y asesinado en 2013 y cuyo cadáver, a pesar de haber sido identificado con pruebas de ADN, fue enviado a la fosa, como suelen hacer las autoridades cuando los cuerpos no son reclamados.
Los cuerpos fueron enterrados sin seguir los protocolos legales y la Fiscalía del Estado dijo que se aplicará la ley contra los funcionarios que no cumplieron con su deber.
“Cuando llegué a este encargo comenté que estábamos dispuestos a abrir esta fosa para transparentar el proceso; es de suma importancia y de suma responsabilidad contar los cuerpos, darles una dignificación en la sepultura, hacer la toma de muestras, que es lo más importante, para ver si un familiar aquí presente o en otro estado o más allá de estas fronteras esté buscando a un familiar y que pueda estar aquí”, dijo el lunes el fiscal general del estado, Javier Pérez Durón.