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BEIJING (CNN) – Algunos niños harían lo que fuera por no ir a la escuela. Pero otros arriesgan su vida para hacerlo.

En las montañas de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, los niños descienden por un acantilado de 800 metros para llegar a la escuela. El viaje de dos horas es tan duro que solo regresan a casa dos veces al mes.

Atule’er, una villa de no más de 400 personas, llamó la atención luego de que el medio estatal Beijing News publicó una serie de impresionantes fotografías esta semana donde se ven 15 alumnos, algunos de ellos de seis años, en el acantilado trepando por las llamadas “escaleras al cielo”, como las llaman los locales.

El fotógrafo Chen Jie supo de la villa por parte de amigos y cuando se enteró que los niños regresarían a casa el 4 de mayo, se unió a la escalada, con cámara en mano, para captar el viaje de los 17 niños.

“Fue lo suficientemente peligroso escalarlo. No puedo imaginar cómo será descender”, dijo Chen a CNN.

Algunos padres se ofrecen como voluntarios para supervisar el viaje de los niños.

Chen se dijo impresionado al considerar el contraste con los niños ricos de Beijing.

“Piensa en esto: los padres en la ciudad están preocupados porque sus niños emberrinchados no son felices, pero lo que los niños enfrentan aquí es un formidable abismo… pueden caer en cualquier segundo”.

Él dice que los niños no se miraban asustados. Solo uno dijo que se asustó una vez cuando vio a un amigo cercano resbalar.

En la década pasada, China ha mejorado su infraestructura para apoyar el crecimiento económico.

Sin embargo, millones siguen viviendo bajo la linea de la pobreza. Beijing ha dicho que atacará a la pobreza en las áreas más necesitadas, incluyendo la prefectura de Liangshan, donde se ubica la villa de las “escaleras al cielo”.