(CNN) – Los aterrorizados pasajeros se metieron en pequeños rincones y se ocultaron detrás de las columnas. Incluso las máquinas para envolver las maletas en plástico sirvieron para protegerlos de los disparos de los terroristas.
Mientras los atacantes disparaban y detonaban explosivos detonados en el aeropuerto Ataturk de Estambul el martes, los viajeros y acompañantes se dispersaban para alejarse de la caótica escena.
“¡Una bomba!”, se alertaban unos a otros.
“Alguien viene con un arma”.
Tres terroristas armados con bombas y armas de fuego mataron a al menos a 41 personas en el transitado aeropuerto de Turquía. De los tres atacantes en el ataque al aeropuerto, dos estaban en la terminal internacional, y el tercero en el aparcamiento cercano, dijo un funcionario turco a CNN. Los tres detonaron sus chalecos explosivos.
Había poco tiempo para comprender lo que estaba pasando.
“Fue como un infierno”, dijo Mina Iyidinc, testigo de los hechos. “Había pánico en todas partes. No sabíamos que era un ataque terrorista”.
En el aeropuerto, Will Turner estaba en el área de equipaje cuando sintió una sacudida, que calificó como un “golpe seco” de dos fuertes explosiones. Turner percibió que algo estaba mal, porque una onda de choque parecía reverberar en todo el aeropuerto.
“Fue lo suficientemente fuerte como para saber que algo no estaba bien”, dijo a Anderson Cooper, de CNN.
Aproximadamente un minuto después, sintió la tercera explosión. Esta vez, vio “un destello de una bola de fuego” dentro de la terminal. El pánico y los gritos envolvieron la sala mientras Turner y otros pasajeros huían.
Isil Sariyuce y Nimet Kirac contribuyeron con este reporte.