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(CNN) – Al aceptar oficialmente la candidatura presidencial republicana, Donald Trump se comprometió a poner “Estados Unidos primero” y propuso un credo de “americanismo, no globalismo”.

Aunque que el discurso fue enfocado principalmente de cuestiones internas, Trump señaló a China como un beneficiario de lo que describió como el declive de EE.UU.

“(Hillary Clinton) apoyó la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio - otro de los errores colosales de su marido”, dijo Trump a la multitud de Cleveland.

Se comprometió a parar el “robo escandaloso de la propiedad intelectual de China, junto con su vertido de productos ilegales, y su devastadora manipulación de la moneda”, y se comprometió a renegociar los acuerdos comerciales con Beijing.

China fue durante mucho tiempo uno de los objetivos preferidos de Trump, que ha culpado a Beijing en varias ocasiones por los problemas de Estados Unidos. Sin embargo, una revisión de CNN encontró que muchos de sus argumentos eran obsoletas o erróneos, sobre todo respecto a la supuesta manipulación de la moneda.

“La demagogia 101”

En Twitter, muchos observadores internacionales reaccionaron con sorpresa al discurso de Trump.

Gary Kasparov, excampeón mundial de ajedrez convertido en político disidente ruso, dijo: “He oído mucho este tipo de discurso en los últimos 15 años y confíen en mí, no suena mucho mejor en ruso.”

El discurso de Trump, dijo, era “demagogia 101”.

Jorge Guajardo, exembajador de México en China, dijo: “Lo siento EE.UU. El mundo está mirando esta noche y tú, tú no te ves bien”.

México también ha sido un objetivo de la ira de Trump, quien aprovechó su discurso para repetir el llamado a “construir un muro” en la frontera sur de EE.UU.

El historiador británico Simon Schama dijo que el discurso de Trump fue “proteccionismo agregado a aislacionismo - receta para la catástrofe”.

Bret Stephens, columnista de asuntos exteriores para el conservador Wall Street Journal, dijo que el discurso de Trump fue “una implacable, inflexible, sin sentido del humor apelación al miedo y al odio”.

Otros expertos en política exterior no se mostraron impresionados por que Trump culpara a la administración de Barack Obama y Hillary Clinton, en concreto, del fortalecimiento de ISIS en Iraq y Siria, señalando que el grupo es anterior a 2009, cuando Obama asumió el cargo.

No todo el mundo lo criticó. El político antiinmigración holandés Geert Wilders dijo que Trump tenía un “gran discurso”. Wilders, quien ha dicho que EE.UU. “no puede permitirse” una presidencia de Clinton, alabó previamente la política migratoria planeada por Trump.

“Perplejos”

La reacción de la prensa internacional al ascenso de Trump ha sido en gran parte negativa.

El tabloide nacionalista estatal de China Global Times citó a investigadores “perplejos” por el éxito de Trump.

“Al principio, no esperábamos que el disgusto estadounidense con Washington y Wall Street tuviera un impacto tan poderoso en la elección general de Estados Unidos”, dijo al periódico Jin Canrong, director adjunto del Centro de Estudios Americanos de la Universidad Renmin de China.

El País, el diario de mayor circulación en España, dijo que el discurso de Trump ofreció una “visión sombría de Estados Unidos”.