(CNN) – El dolor y la rabia quedaron grabados en el rostro de Muhammad Azeem mientras recordaba lo impensable.
En la noche del 14 de julio, cuando Azeem y su esposa dormían, su hijo entró en el dormitorio de su hermana y la estranguló.
Las lágrimas llenan sus ojos cuando Azeem cuenta a CNN cómo supo que su amada hija, Qandeel Baloch, había muerto.
“Eran las 7 de la mañana y mi mujer subió las escaleras para preparar té. Ella dijo que Waseem, nuestro hijo, no estaba allí, y que la puerta principal estaba abierta”. Le dije que podría haber salido. El desayuno se retrasó porque había una escasez de gas”, dijo Azeem, con su voz llena de angustia.
“Mi mujer fue a la habitación de nuestra hija y empezó a gritar ‘¡Qandeel! ¡Qandeel!’ La bufanda de mi hijo estaba cubriendo su rostro. Mi esposa sacó el pañuelo hacia atrás y vio que Qandeel estaba muerta”.
Una celebridad en redes sociales
El asesinato fue noticia en todo el mundo debido a que Baloch, de 25 años, era una celebridad de las redes sociales en Pakistán. Tenía cientos de miles de seguidores en Facebook e Instagram.
Sus fotografías publicadas incluían escenas de modelado, en las que estaba maquillada o vestía ropa reveladora. En sus videos, en los que hablaba directamente a la cámara, comentaba a veces sobre sus últimos cortes de pelo. Pero con el tiempo se hizo más política.
Describiéndose a sí misma como una “feminista de hoy en día”, Baloch dijo que quería inspirar a las mujeres que habían sido “maltratadas y dominadas por la sociedad”. En Pakistán tales declaraciones cruzaron los límites para muchos y ella comenzó a recibir amenazas.
Azeem dijo a CNN que sabía que su hijo Waseem estaba molesto con Qandeel.
“No hablaba con ella”, dijo. Pero nunca se imaginó que Waseem iría tan lejos como para matar a su propia hermana.
“Quedé en shock al escuchar que ella había muerto. Caí al suelo, porque solo tengo una pierna”, explicó. “Nuestro vecino vino a nuestra casa cuando oyó el ruido. Me llevó a la estación de policía para informarles que mi hija había sido asesinada”.
“Estoy orgulloso de lo que hice”
En cuestión de horas, Waseem Baloch fue detenido.
Azeem dijo a CNN que su sobrino también estuvo implicado en el asesinato de Qandeel. La policía dijo que el sobrino es sospechoso.
Waseem Baloch confesó el asesinato durante una conferencia de prensa el 16 de julio, y no mostró ningún remordimiento.
“Estoy orgulloso de lo que hice. La drogué primero, y después la maté”, dijo a los reporteros. “Las chicas nacen para quedarse en casa y seguir las tradiciones. Mi hermana nunca hizo eso”.
Azeem dijo que la gente dentro de su tribu había criticado los mensajes de Qandeel en las redes sociales. “La gente dijo que no debería hacer ese tipo de cosas. Veían sus mensajes en sus teléfonos móviles y le preguntaban a Waseem ‘¿esa es tu hermana?’”
Waseem dijo que ver a sus amigos compartiendo sus fotos y videos era “demasiado” para él y que matarla era mejor que matarse a sí mismo.
A pesar de lo que otros dijeron sobre Qandeel, Azeem dijo a CNN que él y su esposa estaban orgullosos de ella.
“Nuestra hija nos dijo en qué canal de televisión podíamos verla”, dijo. “Le dije a mi esposa ‘vamos a ver su espectáculo’. Nos sentimos muy felices de verlo. La vimos y dijimos ‘ella es nuestra hija’”. Qandeel tenía el apoyo financiero de sus padres, dijo.
El asesinato de Qandeel es uno de los más de 200 casos reportados como los llamados “crímenes de honor” en Pakistán en lo que va de este año, llevados a cabo porque los autores piensan que las víctimas habían avergonzado a sus familias.
Pero Azeem dijo que no ve la muerte de su hija como tal.
“Si él la mató en nombre del honor, ¿vio que ella hiciera algo malo a alguien? ¿Cuál fue su crimen?” preguntó Azeem.
“No voy a perdonar”
En un movimiento poco usual, los fiscales han invocado el artículo 311 del código penal de Pakistán, convirtiendo al Estado en demandante en el caso contra Waseem Baloch. Esto significa que depende de la corte decidir cómo castigar a Baloch, aun si su familia decide perdonarlo.
Pero eso es algo que Azeem dijo a CNN que nunca podrá hacer.
“No voy a perdonar”, dijo. “Es mi deseo vengarme”.
Azeem quiere que los fiscales lo restauren como demandante contra su hijo.
Bajo la ley de Pakistán, si el Estado es el demandante en un llamado “asesinato de honor”, la pena máxima que un tribunal puede emitir es la cadena perpetua, según Akhram Sheikh, presidente de la Asociación de Abogados del Tribunal Supremo de Pakistán.
Sheikh dice que ha habido casos en el pasado donde, incluso con el Estado como reclamante, los tribunales han emitido perdones debido a las prácticas corruptas en el sistema legal pakistaní.
Es una posibilidad que Azeem no puede aceptar.
“(Qandeel) era parte de mi corazón. Me dolerá si el Estado o el juez lo perdonan (a Waseem)”, dijo.
“Deseo que puedan darnos justicia. Los culpables deben ser detenidos y castigados”.
Más de una semana después de la tragedia, Azeem sigue tratando de entender por qué su hijo hizo una cosa tan indescriptible.
“¿Por qué mató a mi hija? Debe estar la ira de Dios en él”, dijo.
“Tenemos la esperanza de que el mundo la recordará, que Pakistán se acordará de ella, como lo hacen de (la ex primera ministra) Benazir Bhutto”, dijo Azeem. “Ella nos ha dejado con sus historias. Que Dios le dé un lugar en el cielo”.