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(CNN) – El elenco de oradores en la jornada del miércoles de la Convención Demócrata calificó a Donald Trump como una amenaza para el sueño americano y Hillary Clinton como la única posibilidad de la nación para salvarlo.

El presidente Barack Obama llamó a Trump “demagogo”. Michael Bloomberg lo definió como una “estafa”. Y el vicepresidente Joe Biden, en rechazo de Trump, declaró que “los estadounidenses nunca, nunca, nunca, nunca le han fallado a su país”.

Ellos acomodaron el marco para el momento más importante de la Convención Nacional Democrática: El discurso de Clinton el jueves por la noche.

Estos son seis de los momentos más importantes de la tercera noche en Filadelfia:

1 - Obama: “El EE.UU. que conozco”

El presidente presentó la campaña de 2016 como una elección entre dos visiones para el país: la que se describe en el escenario Convención Demócrata contra la visión oscura y distópica de Trump, que Obama dijo que no coincide con “el Estados Unidos que conozco”.

“No es solo una elección entre partidos o políticas; los debates habituales entre la izquierda y la derecha” dijo. “Esta es una opción más fundamental: lo que somos como pueblo, y si nos mantenemos fieles a este gran experimento americano en autogobierno”.

En un golpe directo a Trump, Obama dijo: “Nuestro poder no viene de un autoproclamado salvador que promete que solo él puede restaurar el orden, siempre y cuando hagamos las cosas a su manera”.

Si los demócratas querían enmarcar la elección en su optimismo frente a la oscuridad de Trump, el candidato republicano estaba dispuesto a ayudar. Cuando Obama habló, la campaña de Trump envió una declaración a la prensa por correo electrónico con el asunto: “Obteniendo un tercer mandato: crimen violento aumenta en todo el país”.

2 - Obama pasa el testigo

Obama buscó dar a Clinton hasta la última gota de credibilidad que tiene, diciendo a los delegados que ningún hombre o mujer ha estado mejor calificado para la presidencia que su ex secretario de Estado.

“Ni yo, ni Bill, ni nadie”, dijo.

Bill Clinton se puso de pie y aplaudió. Dos íconos demócratas diciendo a la vez: este es el partidoe de Hillary Clinton ahora.

A partir de una presentación en video que se centró en el trabajo que queda por hacer para lograr la visión de Obama, el presidente aclaró que Clinton es la única persona capaz de solidificar su legado.

“Tengo confianza, que al dejar el escenario esta noche, el Partido Demócrata está en buenas manos”, dijo Obama.

Incluso la última línea de Obama fue diseñada para subrayar su visión de Clinton como su heredera. “Gracias por este increíble viaje”, dijo. “Vamos a mantenerlo en marcha”.

3 - Energía de Joe Biden para Estados Unidos

El discurso de 12 minutos del vicepresidente fue mitad anti-Trump y mitad una dosis de energía para la clase media.

“Él está tratando de decirnos que se preocupa por la clase media. Dame un respiro. Eso son un montón de bobadas”, dijo Biden. “Este tipo no tiene ni idea de la clase media”.

Hizo una argumentación que podría penetrar en la base de los partidarios de Trump de un modo que Clinton y Obama no pueden.

“Biden acaba de hacer lo que Obama y Clinton no hacen con eficacia… evangelizó el excepcionalismo estadounidense”, escribió Rob Stutzman, estratega republicano de California.

4 - Tim Kaine: el padre de EE.UU.

Su trabajo no iba a ser fácil: el candidato a la vicepresidencia, Tim Kaine, fue después de Biden y mientras el público ya estaba esperando con impaciencia a Obama.

En redes sociales, Kaine fue comparado con un padre: ligeramente incómodo, incansablemente agradable, incluso cuando estaba tratando de ser malo.

Kaine cuestionó —imitando a Trump, ridiculizándolo— que el candidato republicano siempre diga “Créanme” sin propuestas reales y le pidió mostrar su declaración de impuestos.

“Por cierto, ¿alguien en este auditorio cree que Donald Trump ha estado pagando su parte justa de impuestos?” preguntó Kaine. Y la multitud rugió “¡No!”.

Y sus grandes aplausos llegaron con sus líneas en español, un recordatorio de su dominio de la lengua, lo que podría ayudar a la candidatura demócrata a llegar a los votantes latinos que Trump podría haber alienado.

5 - La miopía de los defensores del “Bernie o nada”

Los demócratas han sido en gran medida capaces de apagar cualquier daño real de la multitud ‘Bernie o nada’, pero sus cantos sobre las palabras del exsecretario de Defensa, Leon Panetta, representaron un momento que el partido había planeado durante todo el día.

Panetta fue el bateador designado en la controversia sobre la sugerencia de Donald Trump de que Rusia libere mensajes de correo electrónico de Clinton. Y dejó caer un par de frases cuando tocó el caso, afirmando que Trump no es apto para dirigir el ejército de la nación.

“Como alguien que fue responsable de proteger a nuestra nación de los ataques cibernéticos, es inconcebible que algún candidato presidencial pueda ser irresponsable. Digo esto debido a la preocupación firme por el futuro de mis hijos y mis nietos: Donald Trump no puede convertirse en comandante en jefe”, dijo Panetta.

Sin embargo, la multitud partidaria del senador Sanders intensificó el canto de “¡No más guerras!”, tanto como para que los demócratas tuvieron que apagar las luces sobre la delegación rebelde para tratar de volver al mensaje. Después, los presentadores de televisión se centraron en las protestas, no en el mensaje contra Trump de Panetta.

6 - Bloomberg: Trump es una estafa

El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg protagonizó un asalto ‘multimillonario vs multimillonario’.

Bromeó con que, a diferencia de Trump, no inició su imperio con un “cheque de un millón de dólares de mi padre”.

Como una de las pocas figuras políticas con experiencia empresarial comparable a la de Trump, Bloomberg fue el más eficaz en socavar el punto central de la candidatura del republicano: su capacidad, en comparación con la ineptitud de la clase política.

“Trump ha dejado atrás un historial bien documentado de quiebras, miles de demandas, ira de accionistas y contratistas que se sienten engañados y clientes desilusionados que se sintieron estafados”, dijo Bloomberg. “Trump dice que quiere gobernar la nación como si estuviera dirigiendo su negocio. Dios nos ayude”.

“Soy un neoyorquino”, dijo. “Conozco una estafa en cuanto la veo”.