(CNN Español) – En Nicaragua, 28 diputados del opositor Partido Liberal Independiente se quedaron sin trabajo tras su destitución de la Asamblea Nacional. La junta directiva de la asamblea acató la decisión del poder electoral debido a que estos diputados se negaron a reconocer al nuevo líder del partido.
Los ahora exlegisladores se habían declarado independientes para evitar la medida.
La oposición dice que la decisión es ilegal y que es un atentado contra los derechos políticos de los nicaragüenses.
Los 28 diputados fueron elegidos en los comicios del 2011, cuando el Partido Liberal Independiente ocupó el segundo lugar bajo el liderazgo del opositor Eduardo Montealegre.
Pero, desde ese entonces se desató una lucha interna entre varios miembros que se disputan el liderazgo del partido. El pasado 8 de junio, a pocos meses de celebrarse las próximas elecciones, la Corte Suprema de Justicia decidió que el representante legal no era Montealegre, sino otro miembro del partido, llamado Pedro Reyes.
La solicitud al Consejo Supremo Electoral de destituir a los legisladores fue hecha por el nuevo representante legal de partido, Reyes, en represalia ante la negativa de los diputados de acogerlos como su nuevo líder político, por lo que decidieron declararse independientes.
Wilber López, quien hasta hoy fue el jefe de bancada de este grupo opositor, afirmó que se trata de una decisión ilegal, política y arbitraria, ya que consideran no haber faltado a ninguna ley.
En entrevista con Patricia Janiot, el exdiputado Eliseo Núñez dijo que esto es una medida del presidente Daniel Ortega, quien “está en un proceso de sucesión dinástica”, aseguró.
“Nos dejaron sin partido y nos dejan fuera de la contienda”, dijo Núñez, refiriéndose a las próximas elecciones generales de noviembre. “Ortega sabe que mató el proceso (electoral) de noviembre, que no tiene legitimidad”.