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(CNN) – Mientras yacía en la cama del hospital, débil y con tos, la doctora Stella Ameyo Adadevoh le deseaba a su hijo un feliz cumpleaños a través del teléfono.

Le preguntó sobre los regalos de cumpleaños que había recibido y le insistió a su padre para que le comprara un pastel porque, después de todo, ¿qué sería de un cumpleaños sin una torta y sin velas para soplar?

Poco tiempo después de esa llamada, la doctora Ameyo Adadevoh falleció.

Esa es solo una de las escenas de la película nigeriana 93 días que retrata la naturaleza maternal de la doctora y el profundo amor que le tenía a su hijo, incluso cuando agonizaba y ya se encontraba al borde de la muerte. Fueron esos cuidados y su valentía los que también ayudaron a frenar la expansión del mortal virus del ébola en el país más poblado de África, en el 2014.

93 días, que se estrenó en Lagos este martes, es una de las ocho películas nigerianas seleccionadas para el Festival Internacional de Cine de Toronto. Cuenta la historia real de Ameyo Adadevoh, interpretada por una veterana actriz de Nigeria, Bimbo Akintola, y del equipo médico que con sus rápidas acciones salvó incontables vidas.

La doctora lideró al equipo encargado del tratamiento de Patrick Sawyer, el primer paciente diagnosticado con ébola en Nigeria. Fue ella quien impidió que Sawyer abandonara el hospital para abordar un vuelo hacia Calabar, en el sur del país. También le dio información relevante sobre el virus a todos los empleados del centro médico, buscó equipos y prendas protectoras y contactó rápidamente a los altos mandos del país para alertarlos sobre lo que se venía. Más adelante, ocho personas en Nigeria, incluida la doctora Ameyo Adadevoh, murieron por el virus.

La película tuvo lleno total en su proyección en el Festival Internacional de Cine de Toronto y ha conmovido a los nigerianos al mostrarles la manera tan rápida y efectiva en que el virus fue contenido.

“Muestra al mundo una buena imagen de Nigeria”, aseguró Edewor Ajueshi, uno de los espectadores de la película durante su estreno, en Lagos. “En un momento dado fue una crisis mundial y fuimos capaces de frenarla; es muy bueno mostrar eso para que el mundo sepa que también somos buenos para otras cosas”.

Pero la película no ha estado exenta de controversia. Hace poco se conoció una carta escrita por la familia de la doctora Ameyo Adadevoh en la que se asegura que los realizadores del filme no contaban con su respaldo ni con su permiso.

Los productores respondieron con una declaración en la que afirman que la película no es una biografía sobre la fallecida doctora, sino una historia que honra a muchos héroes de la lucha contra el ébola.

El retrato del heroísmo, la generosidad y el sacrificio que hace la película ha generado muchos comentarios entre los nigerianos, que a menudo se quejan de que su país sólo es mostrado al mundo de una manera negativa.

“Lo que se muestra afuera es que los nigerianos somos egoístas”, dice Taiye Opatewa, otro espectador de la película. “La doctora Ameyo Adadevoh es solo la personificación de la típica mujer nigeriana, dispuesta a hacer todo lo posible por los más jóvenes. La imagen de Nigeria afuera es realmente mala, pero esta película muestra la luz en medio de tanta oscuridad”.