(CNN) – Son siete las nuevas sustancias que el Departamento de Salud de Estados Unidos incluyó en su lista de agentes cancerígenos para el ser humano. En el informe que publicó la entidad recientemente hay un total de 248 carcinógenos conocidos.
Cinco virus fueron agregados:
- Virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1)
- Virus linfotrópico de células T humanas tipo 1 (HTLV-1, por sus siglas en inglés)
- Virus de Epstein-Barr (VEB)
- El herpes virus asociado al sarcoma de Kaposi (KSHV, por sus siglas en inglés)
- El poliomavirus de células de Merkel (MCV, por sus siglas en inglés)
Estos virus se han relacionado con más de 10 clases de cáncer, según lo informó el reporte. Entre ellos se encuentran el de piel no melanoma, de ojo, de pulmón, de estómago y múltiples tipos de linfoma.
“Dado que cerca del 12% de los casos mundiales de cáncer son atribuidos a distintos virus, y a que aún no existen vacunas para estos cinco casos, las estrategias de prevención para reducir las infecciones que generan cáncer son mucho más urgentes”, aseguró en una declaración Linda Birnbaum, directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y del Programa de Toxicología Nacional.
“El VIH/SIDA, por ejemplo… ataca el sistema inmunológico, que tiene un papel fundamental en el monitoreo del cuerpo para detectar y actuar contra los cánceres”, le explicó Birnbaum a CNN. “Si usted tiene un sistema inmunológico débil, es más probable que esté en riesgo de adquirir ciertos tipos de cáncer”, añadió.
En la lista también clasificó como cancerígeno el tricloroetileno (TCE), “un disolvente industrial usado principalmente para fabricar productos químicos de hidrofluorocarbono”, informó el reporte.
Según el informe, “hay muchas maneras en que la gente termina expuesta al TCE”. Justamente, “puede ser liberado en el aire, el agua y el suelo de lugares en donde se produce o se utiliza. Se descompone lentamente y puede filtrarse fácilmente a través del suelo y terminar en las fuentes de agua subterráneas”, apuntó la investigación. Además, “debido a su uso generalizado como un metal desengrasante para el mantenimiento de equipos militares, la sustancia se ha encontrado en el agua subterránea de muchas bases y campamentos”.
Por los iones que puede liberar el cobalto y los compuestos de este elemento dentro del cuerpo, la sustancia fue incluida en la lista de posibles cancerígenos. De hecho fue clasificado como “un anticipo razonable de carcinoma humano”.
“El cobalto es un elemento que se usa comúnmente para hacer aleaciones de metal y otros compuestos metálicos, como equipos militares y baterías recargables”, registró el informe. Por eso, explicó que “la exposición más alta de este elemento ocurre en el lugar de trabajo de implantes quirúrgicos que fallaron”.
La clasificación del cobalto en este reporte “no incluye a la vitamina B12, porque en este caso el elemento está ligado a la proteína del nutriente esencial y no libera iones”.
Ahora, incluso cuando haya exposición a algo que se sabe es cancerígeno –se trate de un virus, un químico o una radiación– eso no quiere decir que necesariamente el cáncer se desarrolle.
“Muchas personas saben que fumar causa cáncer de pulmón, pero solo el 11% de los fumadores sufren de esta enfermedad”, explicó Birnbaum. Y añadió: “algunas personas son más susceptibles a desarrollar un cáncer por motivos genéticos, de modo de vida, de nutrición o de edad, cuando ocurre la exposición”.
Sin embargo, el cigarrillo es el primer factor de riesgo para el cáncer de pulmón. “En Estados Unidos, el tabaquismo está relacionado con esta enfermedad entre un 80% y 90%”, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. “Las personas que fuman tienen entre 15 y 30 veces más probabilidad de tener cáncer de pulmón o de morir a causa de él, en comparación a las personas que no fuman”, insistió la organización.
En conclusión, la recomendación de los investigadores es preguntar a los profesionales de la salud cómo reducir los riesgos de desarrollar cáncer en la vida diaria. Cuando se trata de los virus que fueron añadidos a la lista, eso implica en su gran mayoría tener sexo seguro y abstenerse de compartir agujas.
“Mi abuela decía ‘más vale prevenir que curar’”, aseguró Birnbaum. Por eso, remató: “creo bastante en sus palabras”.