(CNN) – Nivaldo, portero del Chapecoense de 42 años de edad, quedó fuera de la convocatoria para el primer partido de la final de la Copa Sudamericana que su equipo iba a jugar contra el Atlético Nacional de Medellín.
Ahora, lidia con sentimientos de culpa por cómo lo trató el destino.
Diecinueve de sus compañeros, junto con otros 19 miembros del personal del club, están entre las 71 personas que fallecieron en el accidente de avión de LaMia, mientras que tres jugadores están entre los seis supervivientes de la tragedia del pasado lunes.
Nivaldo quería estar listo para su aparición número 300 con su equipo, frente a sus aficionados este fin de semana.
“Esa era su idea (del entrenador) y es mi destino”, dijo a CNN en el estadio del club. “Tengo sentimientos encontrados por estar vivo hoy, pero el fondo de mi corazón, ¿y si hubiera ido?”
“Sin explicación”
El pequeño club del estado de Santa Catarina fue diezmado por la pérdida, y Nivaldo se pregunta qué le depara el futuro para el equipo.
“Hoy en día no tenemos nada”, dijo. “Tenemos a nuestros fans. La fuerza de una ciudad y la fuerza de todo el mundo que nos está ayudando y que está deseando que el Chapecoense se recupere.
“Este es también un momento muy difícil para mí. Pero como ya he dicho tengo que ser fuerte. Tengo que ser fuerte.
“Es un juego de 11 y no sé si tenemos atletas para jugar. No sé si estamos psicológicamente preparados para entrar en el campo. No sé si puedo entrar en el campo… “.
Más tarde, Nivaldo anunció su retiro, incapaz de comprender el accidente.
“Las tragedias ocurren. Le puede pasar a cualquiera”, dijo.
“No hay una explicación. Ves el video que publicaron. Todos felices. Y aquí tenemos el corazón en un puño”
El Chapecoense es poco conocido fuera de Brasil, pero se dirigía a la ciudad colombiana para el partido más importante de su historia.
“El Chapecoense paga mal, pero fue capaz de hacer lo que los equipos grandes no pueden”, añadió Nivaldo. “Nuestra fuerza siempre ha venido desde el vestuario. Pocos jugadores, pero los que estaban se dedicaban al Chapecoense.
“Se podía sentir su corazón cuando se ponían esa camiseta”.