(CNN Español) – El alcohol ha sido relacionado con varios diferentes cánceres, algunos más fuertes que otros.
Actualmente un estudio suma un nuevo tipo de cáncer a la lista, y es uno inesperado: investigadores de la Universidad de Brown dicen que el beber, incluso en cantidades moderadas, se asocia con altas tasas de melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, según reporta Health.com.
Su investigación reveló hechos más interesantes.
En el estudio, el vino blanco tuvo un mayor impacto en los riesgos de melanoma que el vino rojo, cerveza o licor. Y comparado con los abstemios, el incrementado riesgo para los bebedores de alcohol fue más grande para partes del cuerpo que normalmente no están expuestas al sol.
Algunos científicos han especulado que el alcohol puede hacernos más susceptibles a quemaduras de sol, dice la coautora y doctora científica Eunyoung Cho, profesora asociada de dermatología y epidemiología en la Escuela Médica Warren Alpert de la Universidad de Brown. Pero los nuevos descubrimientos indican que puede haber algo más en la superficie, dijo Cho a Health.com.
Se piensa que cerca del 3,6 % de los casos de cáncer a nivel mundial son causados por el alcohol, según anotan los autores.
“En algunos casos, como los cánceres del tracto digestivo, el alcohol entra en contacto con el tejido, lo que hace más fácil de entender”, dice Cho. “En otros, como el cáncer de mama, realmente no tenemos una gran explicación en este punto sobre cómo el alcohol pueda estar relacionado”.
Una teoría, dice ella, es que un compuesto en el alcohol llamado acetaldehido puede dañar el ADN, y prevenir la reparación de éste, en todo el cuerpo.
“Es un carcinógeno bien conocido, podría ser un mecanismo muy general de para saber cómo el alcohol se relaciona con el cáncer en otros lugares”, asegura Cho.
Ha habido poca investigación sobre el alcohol y el riesgo de cáncer de piel, realmente, y los estudios que se han llevado a cabo no son concluyentes. No incluyen mucha información acerca de la exposición al sol de los participantes, dice Cho, lo que podría afectar los resultados.
Cho y sus colegas recogieron datos de tres grandes estudios que involucran a 210.252 participantes, quienes han dado información acerca de sus hábitos de bebida, lugar de residencia e historial clínico, incluyendo detalles acerca de quemaduras de sol y lesiones de bronceado.
Tras un periodo de seguimiento de cerca de 18 años, 1.374 (menos de un 1 % de los participantes) fue diagnosticado con melanoma invasivo.
Los resultados, publicados en el periódico Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, mostraron que cada bebida por día estaba asociada con un 14% de riesgo más alto de melanoma. Una bebida estándar estaba definida como 12.8 gramos de alcohol puro, cercano a la medida que se encuentra en una cerveza, un vaso de vino, o un trago de licor fuerte).
Y cuando los investigadores examinaron cada tipo de bebida individualmente, encontraron que una bebida sobresalía de forma importante: cada vaso de vino blanco por día estaba asociado con un 13% o de riesgo incrementado de melanoma, mientras otras formas de alcohol no afectaron el riesgo en una forma estadísticamente poco significativa.
Alguna investigación ha mostrado que el vino tiene niveles más altos de acetaldehido que la cerveza y las bebidas espirituosas, afirma Cho, mientras que el más acentuado contenido antioxidante del vino rojo puede compensar el riesgo de estos compuestos.
Pero ella no despegará el ojo de otras bebidas. “Otras bebidas alcohólicas mostraron alguna correlación positiva, pero no alcanzaron relevancia estadística”, dice ella. “Por ahora, yo diría que el alcohol en general está relacionado, y enfatizaría en que el vino blanco está particularmente ligado”.
Otra sorpresa llegó cuando los investigadores examinaron las tasas de melanoma en diferentes partes del cuerpo. La gente que bebió 20 gramos o más de alcohol por día (un poco menos de dos tragos) tenía sólo un dos por ciento de más probabilidad de ser diagnosticada con melanomas de la cabeza, cuello, brazos o piernas. Pero eran un 73% más propensos a ser diagnosticados con melanomas del tronco, una parte del cuerpo cubierta por la ropa.
Más investigación es necesaria para explicar por qué puede ser este el caso, afirma Cho. “Hay una hipótesis según la cual el melanoma en diferentes lugares del cuerpo puede tener diferentes factores de riesgo”, asegura Cho. “Basada en estos descubrimientos, yo supondría que este tipo de cáncer está menos relacionado con la exposición al sol y sí más con el mecanismo biológico del alcohol dañando el ADN o previniendo la reparación de éste”.
El estudio sólo incluyó a gente blanca, así que los resultados no pueden ser generalizados a otras razas o grupos étnicos. Y, dado que fue observacional, no fue posible determinar una relación causa-efecto entre el alcohol (y el vino blanco en especial) y las tasas de melanoma).
Pero el estudio controló varios factores, incluyendo el número de quemaduras de sol severas que los participantes habían tenido, su número de lunares y la cantidad promedio de radiación ultravioleta donde vivían.
Estos ajustes ayudan a fortalecer la teoría según la cual el alcohol juega un papel en el desarrollo del melanoma, asegura Cho, y no simplemente que las personas que beben regularmente, o que prefieren vino blanco, son más propensos a pasar horas en la piscina o en la playa. (Una cosa que no fueron capaces de tener en cuenta, sin embargo, fueron comportamientos como el uso de protector solar).
“Hay muchos factores de riesgo para el melanoma que no puedes cambiar, como la historia familiar, color del cabello y susceptibilidad a quemaduras de sol”, asevera Cho. “Pero beber alcohol es algo que puedes cambiar, así que es realmente bueno saber que el alcohol está relacionado al melanoma así como a otros cánceres”.
Los descubrimientos del estudio apoyan recomendaciones ya existentes y dadas por la American Cancer Society para limitar el consumo de alcohol, apunta, pero añade que el consumo moderado de alcohol ha estado también ligado a bajos riesgos de enfermedades del corazón.
“La gente sabe que la ingesta de alcohol está relacionada con un riesgo aumentado de muchos cánceres y estamos sumando otro más a la lista”, afirma.
“Para aquellos que beben alcohol, los riesgos y beneficios deben ser considerados de forma individual, incluyendo el riego relacionado al melanoma”.