(CNNMoney) – El principal origen de efectivo de México está bajo amenaza con el presidente de EE.UU., Donald Trump.
La mayor fuente de dinero proviene de los mexicanos que viven en Estados Unidos. Eso está ahora bajo la lupa después de que Trump emitió un decreto el miércoles para empezar a construir un muro en la frontera.
Durante su campaña, Trump dijo varias veces que México pagará por el muro. Incluso amenazó con detener o imponer impuestos a las transferencias de efectivo —las remesas— desde Estados Unidos a México si el país latinoamericano se rehúsa a pagar.
“Nos reembolsarán el costo del muro. Eso ocurrirá, ya sea con impuestos o con un pago; probablemente es menos probable que sea un pago, pero ocurrirá”, dijo Trump el 11 de enero.
Pero el presidente de México se opone.
“Debemos asegurar el flujo libre de remesas”, dijo Enrique Peña Nieto el lunes. Las remesas “son una contribución invaluable al desarrollo nacional y es indispensable para millones de familias mexicanas”.
Las remesas probablemente fueron uno de los temas centrales sobre la mesa en la reunión de los principales ministros de México con los asesores de Trump en Washington el miércoles. Trump y Peña Nieto tenían programado reunirse el 31 de enero, pero el presidente mexicano anunció este jueves que no asistirá, algo que el mismo Trump le había sugerido.
Entre enero y noviembre de 2016, 24.600 millones de dólares llegaron a los bolsillos de los mexicanos, enviados por familiares y amigos viviendo en el extranjero, según el banco central de México.
Eso es incluso mayor que lo que México gana por sus exportaciones de petróleo: 23.200 millones de dólares en 2015. Y casi todo ese dinero proviene de EE.UU.
Las remesas hacia México son en promedio de 300 dólares. Esencialmente, el recurso natural más lucrativo para México son sus ciudadanos que se van a vivir al extranjero.
Las remesas ayudan a impulsar la economía de México, pues contribuyen tanto al pago de viviendas como al de educación, principalmente en comunidades de bajos ingresos. Las transferencia de dinero desde EE.UU. también ha crecido más rápido que los salarios y la inflación. Y es un momento crítico para la economía de México, que ha mostrado señales de debilidad.
Con el peso mexicano en un mínimo histórico, su economía solo creció 2,2 % el año pasado, dijo el ministro de Finanzas. Las amenazas de Trump solo van a empeorar el panorama: el Fondo Monetario Internacional estima que México solo crecerá 1,7 % este año.
Además de un crecimiento más lento, el Gobierno aumentó los precios de la gasolina hasta 20% al inicio del año como parte de una política de desregulación energética, algo conocido como el ‘gasolinazo’. Eso ha provocado amplias protestas y saqueos.
Todo esto quiere decir que los dólares significan mucho para muchos mexicanos y se vuelven cada vez más y más valiosos vez. Ponerles impuestos o detener ese flujo de dinero podría impactar de forma negativa a millones de mexicanos.
Pero expertos advierten que incluso que si Trump detiene o grava las remesas, los mexicanos encontrarán formas para enviar dinero al otro lado de la frontera sin pagar impuestos.
Alberto Ramos, jefe de investigación para Latinoamérica de Goldman Sachs, dice que cuando a las transferencias se les pusieron tasas altas hace una década, los mexicanos consiguieron enviar el dinero a través de la frontera ya fuera personalmente, vía correo o por medio de familiares que viajaban.
“Si gravas ese dinero no necesariamente se quedará en EE.UU. Puede llegar a México a través de canales informales”, dice Ramos.