(CNN) – Dicen que no tienen ningún problema con los refugiados y que no son antiestadounidenses. Sólo quieren proteger a su país de ataques terroristas y creen que el polémico decreto de Trump, que prohíbe a ciudadanos de siete nacionalidades viajar a Estados Unidos, es un buen comienzo.
“Me siento más segura”, sostuvo Dotty Rhea, una jubilada de 68 años de Savannah, Tennessee. “Nadie está molesto con ellos (los inmigrantes), nadie los odia. Sólo necesitamos protegernos a nosotros mismos”, añadió.
El decreto de Donald Trump, de suspender temporalmente el ingreso de refugiados y de prohibir a los inmigrantes de varios países, ha despertado la crítica de los ciudadanos y ha motivado protestas alrededor de todo el país. Sin embargo, muchos estadounidenses y miembros del Congreso han dicho que apoyan la decisión del presidente.
“Pueden esperar”
Las personas que apoyan la prohibición del decreto del presidente Trump apuntan a los ataques terroristas que ha sufrido el país y aseguran que quieren un veto mucho más fuerte.
“Estamos muy emocionados con que el presidente Trump haya emitido esta prohibición y con que esté tomando medidas para protegernos”, indicó Debbie Meiners, de 67 años, y quien vive en Jacksonville, Florida. “Realmente creemos en asegurar nuestras fronteras y en ser una nación segura”, insistió.
“Amamos a los refugiados, pero solo queremos que lleguen aquellos que vienen a querernos y a asimilar nuestra cultura y modo de vida”, remató.
Jessica Herrmann, quien tiene 50 años y es de Coronado (California), aseguró que “está perfectamente de acuerdo” con la inmigración y que tiene amigos con todos tipos de vidas. Sin embargo, cree que el decreto de Trump ayudará a asegurarse que nadie pueda entrar sin la apropiada verificación.
“No somos malos, no somos antiestadounidenses”, explicó Hermann, cuya familia es militar. “Es un poco triste que automáticamente asumamos que lo que está haciendo Trump es horrible, cuando solo estamos revisando quién está viniendo (al país)”, agregó.
“Necesitamos mirar primero a nuestro país en este momento: una nación sin fronteras no es una nación”.
Jessica, California.
Incluso, algunas personas que alguna vez fueron refugiados apoyan las acciones de Trump. Helen Megido, una enfermera de 43 años en el hospital de Federal Way, Washington, es una refugiada que llegó a Estados Unidos proveniente de Latvia en 1989.
Ella sostuvo que debió esperar entre seis y nueve meses para conseguir sus estatus de refugiada.
“(Si) quieres llegar aquí debes esperar tu oportunidad. Espera tu turno”, aseveró. “Si ellos quieren llegar a Estados Unidos 3 y 6 meses no son nada. Pueden esperar”, insistió.
“Yo soy una refugiada de Latvia y llegué hace mucho tiempo… Tuve que pasar por el debido proceso para ser seleccionada y obtener mis documentos y espero que todo el mundo deba hacer lo mismo”.
Helen, Washington.
Daniela Otero, una estudiante de 37 años de Rio Rancho en Nuevo México, reveló que tiene ascendencia española y que tiene mexicanos y nativos estadounidenses en su familia. Agregó que apoya la política de Trump porque quiere un país mucho más seguro para sus hijos y futuros nietos.
“Creo que el islam es una amenaza para nuestras leyes constitucionales. He conocido a muchas personas, incluida yo misma, que sienten que hemos sido infiltrados en nuestro gobierno”, indicó. Y añadió: “Apoyo plenamente a Trump en esta medida”.
“Toda mi familia y yo lo apoyamos y somos hispanos, mexicanos y estadounidenses y apoyamos a Donald Trump”.
Daniela, Nuevo México.
“No tienen un derecho constitucional a estar aquí”
Robert Lastra le dijo a CNN que nació y se crió en el sur de Florida después de que su padre huyó de Cuba en 1960. Explicó que una ola de cubanos que llegó a este estado en 1980, muchos de ellos exconvictos, han dañado el lugar en el que creció.
“He visto a toda mi comunidad convertirse en una ciudad llena de violencia, asesinatos y narcotráfico”, narró Lastra, quien ahora vive en el este de Texas. “También he visto que eso está pasando también en Texas”.
“Mi origen no es musulmán, pero es cubano… Y me alegra que Donald Trump esté haciendo esto”.
Robert, Texas
Él apoya el plan de Trump de construir un muro en la frontera con México, asegurando que será un freno para quienes intenten llegar a Estados Unidos bajo una condición ilegal.
“Gracias a Dios que alguien está apretando las fronteras y que decidieron investigar adecuadamente a estas personas, así esto signifique mantener a la mayoría afuera”, señaló Lastra. “Para empezar, ellos no tiene el derecho de estar aquí, no tienen derechos constitucionales de hacerlo. Están aquí por la gracia de Dios, así como yo también lo estoy”, añadió.
James Hitt, un jubilado de 63 años en Woodburn (Iowa), aseguró que tiene todo el sentido “vetar drásticamente a todos” los refugiados e inmigrantes de esos siete países predominantemente musulmanes.
“Si miras la crisis de violaciones en Alemania, en Suiza, en su gran mayoría está relacionada con refugiados de Medio Oriente”, explicó. “Ciertamente, estoy más preocupado sobre nuestros veteranos vagabundos de lo que estoy por los refugiados de Siria”, insistió.
“Realmente me gusta lo que Trump está haciendo. Mira a la crisis en Europa, yo no quiero esto para Estados Unidos”.
James, Iowa.
Rhea, quien se autodenomina parte del “promedio de Estados Unidos”, también vivió en el sur de Florida y aseguró que ha sido testigo de los peligros de la inmigración ilegal cuando vio a la gente que llegaba a los barcos. La orden ejecutiva de Trump hará que Estados Unidos sea más seguro, dijo.
“Apenas la gente hacía su camino y entraban a través de la Isla Ellis fueron registrados”, contó la mujer de Tennessee. “No se les permitió inundar nuestras fronteras”, concluyó.
“Me siento mucho más segura en un avión ahora, me siento mucho más segura caminando alrededor de Estados Unidos”. Dotty, Tennessee
Políticos republicanos apoyan la prohibición
Trump también consiguió el apoyo de algunos –pero no todos– políticos republicanos, incluyendo el gobernador de Alabama, Robert Bentley, y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes, quien definió la decisión como una medida temporal “muy útil”.
Los miembros del Congreso que están a favor de la prohibición aseguraron que la prioridad era mantener a los estadounidenses a salvo.
“Yo no apoyaría una prohibición contra los musulmanes que les impida viajar”, aseguró el senador Roy Blunt de Missouri. “Yo respaldo una investigación más amplia sobre las personas que solicitan viajar a Estados Unidos y provienen de países con extensos lazos terroristas. Y estos siete países cumplen esa condición”, insistió.
“Estamos en guerra con extremistas islámicos y cualquier cosa que no tenga el 100% de verificación en los antecedentes de estos refugiados pone en riesgo nuestra seguridad nacional”, coincidió el senador Steve Daines de Montana.
Algunos expertos conservadores están de acuerdo. David French, de la revista National Review, argumentó que en medio de la indignación por la prohibición se ha perdido de vista que los mandatos del decreto son a corto plazo, hasta tanto se prevean nuevas pautas de evaluación y se puedan hacer excepciones.
“Sabemos que los terroristas están tratando de infiltrarse en las filas de refugiados y otros visitantes”, escribió French. “Una prohibición de entrada a corto plazo de los países problemáticos, junto con una revisión sistemática de nuestros procedimientos de seguridad, es razonable y prudente”.
Masuma Ahuja, Joshua Berlinger y Brandon Griggs contribuyeron a esta historia.