(CNN) – Durante años los círculos de hadas han sido uno de los grandes misterios de la naturaleza. Una característica principal de la majestuosidad del Desierto del Namib, en Namibia, son esos parches polvorosos de tierra, rodeados de hierba alta y dispersos igualmente a lo largo de 1.770 kilómetros de longitud, que han eludido la explicación y han dejado confundidos a los científicos.
Como el Triángulo de las Bermudas, o como hasta hace muy poco las piedras salinas del Valle de la Muerte, la especulación se ha disparado.
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Las explicaciones de los círculos, que pueden tener medidas de entre 3 y 20 metros de ancho, van desde una invasión alienígena hasta gases venenosos. Un documento de 2001 dice que hay personas que han asegurado que se trata de lugares de impacto de meteoritos, o incluso que son radioactividad localizada.
Sin embargo, un grupo de biólogos y matemáticos en un estudio liderado por la Universidad de Princeton, dicen haber resuelto el curioso caso de los Círculos de las Hadas, y en el proceso, esperan unificar a la comunidad científica sobre este tema.
Antes de este estudio, publicado en la revista Nature el pasado 19 de enero, los científicos estaban extremadamente divididos.
Una teoría —respaldada desde 1990 hasta el 2000 por investigadores como Eugene Moll, Carl Albrecht y Norbert Juergens— argumentaba lo que podría ser fácilmente resumido como “la teoría de la termita”: que los parches desnudos de la tierra fueron el resultado de termitas subterráneas hambrientas que se comían la vegetación de la tierra en el área que rodeaba su colonia. Esta teoría fue originalmente derivada de la proposición del ecologista Ken Tinley en 1971, que sugirió que los círculos de las hadas eran montículos de termitas fosilizadas.
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Por otro lado estaban los que proponían una teoría de autoorganización: que la vegetación naturalmente formaba círculos bajo las condiciones adecuadas con el fin de aprovechar al máximo los nutrientes y la humedad disponibles del suelo. Esta teoría se aplicó por primera vez en 2004 y se expandió hasta 2008, explica Corina Tarnita, del equipo de Princeton. En 2014, Stephan Getzin defendió fuertemente la autoorganización, debilitando la teoría de las termitas cuando habló con CNN.
“La teoría de las termitas es muy atractiva para las personas porque es relativamente fácil de entender”, dijo en ese entonces Walter Tschinkel, un profesor de la Universidad Estatal de Florida.
Tarnita, Juan Bonachela y Robert Pringle hicieron un puente sobre el trabajo de campo experimental y la teoría matemática creando modelos computacionales mientras un grupo en Namibia los veía actuar en el terreno. Lo que testificaron ha provocado una teoría unificadora.
“Ambas ideas son parte integral de que lo que proponemos puede ser el mecanismo detrás de los círculos de hadas”, argumenta Bonachela. “Los montículos de termitas matan la vegetación creando parches desnudos, que son regularmente organizados como un resultado de competencia por espacio entre las colonias y recursos. Haciendo eso, las termitas facilitan la acumulación de agua bajo el parche, que es esencial para su supervivencia en un medio ambiente tan árido”.
“Las plantas que rodean el parche usan un mecanismo plástico para el crecimiento de las raíces para aprovechar la cantidad de humedad, así crea una vegetación más alta al que llamamos el círculo de las hadas”.
Los modelos computacionales del equipo fueron capaces de mapear la disposición hexagonal de los círculos de hadas a través del desierto, representando cada territorio de colonias y alrededor de la tierra sin hombres. Los modelos también visualizan un ciclo de vida de los círculos de las hadas, que puedan haberse expandido “hace un poco más de hace 200 años”, dice Bonachela.
Un círculo de las hadas en el Desierto del Namib toma aproximadamente unos 20 años formarse luego de la muerte de una colonia de termitas, agrega Bonachela.
Su teoría, coinciden los equipos, pueden tener amplias implicaciones.
“Los círculos de las hadas son solo un conjunto extremadamente sencillo y común de procesos”, argumenta Pringle, citando las distribuciones hexagonales de colonias de hormigas y terminas en Australia, África, Asia, Europa y Sudamérica.
“La manera como lo vemos es que el valor de nuestro trabajo no consiste necesariamente en proporcionar una explicación convincente para los círculos de las hadas —lo estamos si lo logramos— sino más bien reunir estas dos poderosas ideas sobre la auto organización ecológica”, agrega el investigador.
Ehud Meron, profesor del Instituto de Investigación del Desierto Jacob y del Departamento de Física de la Universidad de Gurion, es crítico del estudio:
“El documento de Tarnita y los otros, hace un significativo progreso teórico en la comprobación de la hipótesis de las termitas, pero no resuelve muchas dificultades que esta hipótesis enfrenta”, dice Meron.
“La debilidad de la hipótesis de las termitas hasta ahora no explicó el orden a gran escala del círculo de las hadas”, dice. “El modelo del estudio presentado en este documento llena esa brecha”.
Pero la teoría de las termitas sigue débil, tal vez superficial, a los ojos de Meron, un proponente de la teoría de auto organización, citando falta de termitas en varias ubicaciones y la dispersión dispareja de termitas entre laos círculos de las hadas, sugiriendo que la vegetación debería prosperar en su centro.
“La teoría alternativa, por otra parte, está apoyada por un número creciente de estudios empíricos”, añade.
Tal vez la comunidad del círculo de las hadas no está tan unido después de todo.
“La controversia sobre la causa de la formación del círculo de las hadas —auto organización de la vegetación o termitas— permanece tan fuerte como estaba”, concluye Meron.